Monti ha sorprendido este miércoles con la bajada de impuestos para los ciudadanos con ingresos por debajo de los 28.000 euros y la subida mutilada del IVA, aunque ha asegurado que conseguirá el equilibrio presupuestario que le exige la Comisión Europea con sus Cuentas, que incluyen un ajuste de 11.600 millones de euros repartido en los próximos tres años.

Menos IRPF y subida de solo un punto de IVA
Tras una reunión maratoniana de siete horas, a las tres de la madrugada, el presidente del Gobierno italiano compareció en rueda de prensa para ofrecer los detalles de la llamada "Ley de Estabilidad" aprobada en su Consejo de Ministros.

Con la bajada decidida por el Gobierno italiano, aquellos ciudadanos que ganen hasta 15.000 euros anuales se les detraerá el 22 % respecto al 23 actual, mientras que los que declaren entre 15.000 y 28.000 euros se les bajará al 26 % del 27 % de ahora. En cuanto al IVA, este subirá solo un punto en junio de 2013, y no el dos previsto, por lo que pasará al 11 % en su tipo reducido y al 22 % en el general.

Fondos para aumentar la productividad
Otro de los datos llamativos de los Presupuestos italianos para 2013 es que se dedicarán fondos para el aumento de la productividad del país, así como para cubrir la situación de los italianos que se han quedado sin trabajo y sin pensión con el aumento de la edad de jubilación. Estos fondos se recogerán, según anunció el mandatario italiano, de la reorganización del gasto público que permitirá ahorrar en total unos 3.500 millones.

La sangrante subida de Rajoy
En julio, el Gobierno de Rajoy anunció una subida del tipo general del IVA del 18 al 21% y del 8 al 10% en el caso del reducido dentro de un paquete de medidas para reducir el déficit después del rescate europeo de la banca española. También nuevas tasas de tipo medioambiental y una subida del impuesto al tabaco. Para los bienes y servicios que se gravan al tipo reducido, otros de tipo básico y la hostelería, decidió subirlos del 8% al 10%. La medida encontró un amplio rechazo social y de parte de las fuerzas políticas en la oposición, por la repercusión negativa que las mismas tendrán en el consumo, pero sobre todo porque durante la oposición y también en la campaña electoral Mariano Rajoy defendió todo lo contrario.