El diputado de IU Ricardo Sixto preguntó a Interior en el Congreso por este hecho y denunció que en otro partido posterior al mismo portador de la bandera republicana se le vetó la entrada, se le trasladó a un espacio vacío del Polideportivo y se le conminó a identificarse de forma intimidatoria.

Una provocación
El Gobierno ha respondido que el portador de la bandera republicana estaba en la primera fila de la grada preferente, de forma aislada, ante cientos de seguidores de la selección española "que enarbolaban banderas nacionales y animaban al equipo".

"Ante la evidencia de que se trataba de un acto que pudiera ser interpretado como una provocación, que en ese contexto podría dar lugar a reacciones violentas del público presente, funcionarios policiales instaron al ciudadano a que depusiese su actitud", afirma el documento del Gobierno, al que ha tenido acceso Europa Press.

Incitación a la violencia
El Gobierno entiende que "portar una bandera republicana no es un comportamiento que 'per se' incite a la violencia", pero "son las circunstancias en un contexto concreto, como en este caso, las que determinan, a juicio de los agentes responsables de la seguridad del evento, si puede convertirse en un acto de incitación a la violencia".