El objetivo de colocación de deuda en cuanto a cantidad se ha cumplido, las previsiones de que el Tesoro español tendría que pagar intereses mucho más elevados también. El Tesoro ha conseguido vender 2.090 millones de euros en letras a 12 meses por las que ha pagado un interés del 2,6%. En la subasta anterior había conseguido colocar 3.600 millones a un interés del 1,4%. La demanda por parte de los compradores ha sido mayor, el triple, a la demanda de la subasta anterior, alentada por los elevados tipos de interés.

En cuanto a la subasta de letras a 18 meses, el Tesoro ha colocado mil millones de euros frente a los 1.400 de la subasta anterior, y es en esta emisión donde los intereses se han disparado especialmente. La rentabilidad media subió hasta el 3,8% frente al 1,7% de interés pagado en la subasta anterior.

Los intereses que tiene que pagar el Estado español para financiarse están en unos límites que no son soportables duramente mucho tiempo, de ahí que la prensa internacional -y especialmente el Financial Times, la biblia de los mercados- insista desde hace días en situar a España al "borde del precipicio", es decir, al borde de la intervención. Y la intervención se produce cuando un país quiebra, y la quiebra llega cuando ese país no puede pagar lo que debe.