Son las últimas horas de campaña. José Antonio Griñán lleva tras de sí miles de kilómetros recorridos en el bus electoral, centenares de municipios andaluces de Almería a Huelva y de Granada a Cádiz pasando por las otras cuatro provincias. Ha hecho una campaña distinta. Alejado de los grandes mítines y de los artificiosos actos para acólitos y periodistas. Ha pisado tierra, ha estado en el suelo de la realidad. Ha abrazado vendedores ambulantes en mercadillos; besado mujeres de colectivos y ha charlado con emprendedores y profesores de Universidad e investigadores. Ha acariciado entrañablemente a viejecitas en centros de la Tercera Edad y tocado con las manos los productos de los agricultores andaluces. Ha hablado de cultura con sus verdaderos protagonistas y compartido con los jóvenes sus preocupaciones. Hasta ha jugado al dominó con pensionistas... y ganó.

Igual que en esa partida de la que salió triunfante, el domingo se la juega. Tras todos esos miles de kilómetros de realidad andaluza le sale el optimismo: "Vamos a ganar" afirma en el aparcamiento del bus electoral en Córdoba pocos minutos antes de comenzar sus dos actos de cierre de campaña, en la ciudad califal y luego en Sevilla, con Felipe González y Alfredo Pérez Rubalcaba. Estas son sus palabras a preguntas de ELPLURAL.COM en el límite del cierre de campaña.

ELPLURAL.COM: ¿Cuáles son sus impresiones al final de campaña? ¿Habrá remontada el domingo?

J.A.G.: La remontada es posible. Hemos hecho una campaña intensa, a ras de suelo, en contacto con la ciudadanía y eso nos ha permitido contactar con mucha gente. He sentido el calor de la calle: muchos andaluces se han acercado a darnos ánimos y pedirnos que impidamos que el tsunami conservador del PP devaste nuestros avances, nuestras conquistas y nuestros derechos. Llegamos al final de esta campaña con la satisfacción del deber cumplido. Y no sólo por lo realizado en estos quince días, sino por el trabajo de cuatro años difíciles combatiendo una crisis económica internacional de una virulencia y una intensidad tremenda. Con estas credenciales llegamos a las urnas y esperamos conseguir la confianza de la mayoría de progreso de Andalucía para no dar ni un paso atrás en lo conseguido en los últimos 30 años. José Antonio Griñán:

E.P: ¿Cree que en el electorado, especialmente en el indeciso, ha calado el retroceso que significaría un gobierno en Andalucía del PP y el deterioro social por los recortes que conllevaría un ejecutivo presidido por Javier Arenas?

J.A.G.: No estamos hablando de futuribles. El mal llamado cambio que pregona el PP ya está aquí. Y está en forma de mentiras y recortes brutales que afectan a las clases medias y trabajadoras. Ganaron las elecciones generales le 20 de noviembre aprovechándose de la crisis y a lomos de la mentira. Decían una cosa y han hecho justo lo contrario. Decían que no no iban a subir lo impuestos y que hacerlo era un atentado con la economía de las familias y que generaría más paro. La primera medida fue el impuesto de la renta a trabajadores y pensionistas, que ya han recibido la mala noticia con la nómina de febrero. Dijeron que no iban a abaratar el despido y han aprobado una reforma laboral lesiva y regresiva que hace el despido casi libre, más fácil, que se carga los convenios colectivos y que recortas derechos de una manera salvaje. Le da tanta poder a los empresarios que te pueden despedir sólo por ponerte nueve días enfermo en un trimestre. Realmente, los buenos empresarios no quieren despedir sino disponer de crédito para contratar. Arenas no es ningún extraterreste por mucho que eluda pronunciarse de todo lo que hace el Gobierno de Rajoy. Es del mismo partido y, lógicamente, seguiría la misma hoja de ruta. El cambio que predican es un retroceso, supondría una vuelta atrás para Andalucía.

EP: En su opinión ¿qué hace más daño, el argumento del PP de los 30 años de gobierno socialista o el caso de los EREs irregulares y su peculiar calendario judicial?

J.A.G.: Los 30 años, con sus luces y sus sombras, son el resultado de la libertad ejercida por los ciudadanos en las urnas. Durante ocho elecciones han depositado la confianza en el PSOE y por algo habrá sido. Hemos vivido en este periodo la mayor transformación social de Andalucía basada en el principio de la igualdad de oportunidades. Esa realidad salta a la vista aunque al PP le guste mirarla con gafas negras. Ése sí que es el cambio, el cambio que ha experimantado día a día esta tierra, con el esfuerzo colectivo, para convertirse en referencia en investigación biomédica, en sectores tecnológicamente avanzados como la aeronáutica, por la calidad de su producción agroalimentaria o por contar con unos servicios públicos eficaces y universales. El PP se aleja de los andaluces cuando niega estos avances. En cuanto al caso de los EREs, permítame que exprese mi más absoluto rechazo a cualquier caso de corrupción, venga de donde venga, me asquea la corrupción.Me repugna, sin ningún tipo de paliativos. Ninguna administración ni ningún partido están exentos de que le salga algún garbanzo negro. La clave está en cómo se reacciona ante la corrupción. Desde el mismo momento que tuvimos conocimiento del caso, lo denunciamos, iniciamos una investigación interna dirigida por funcionarios, nos pusimos a colaborar con la justicia (hemos remitido 200.000 folios al juzgado), nos personamos como acusación particular en la causa y hemos pedido el reintegro de las cantidades concedidas irregularmente. Nosotros no tapamos estos casos, buscamos su esclarecimiento caiga quien caiga. Ésa es la diferencia con otros partidos: nosotros no perseguimos a los jueces sino a los presuntos corruptos y exigimos que paguen por sus comportamientos irregulares. No nos ponemos de perfil, damos la cara. Ya nos gustaría que otros hubieran hecho lo mismo en lugar de mirar hacia otro lado como si el asunto no fuera con ellos. Por ejemplo en la condena de Jaume Matas, todo un ex presidente autonómico aunque el PP quiera borrar su pasado.

EP: ¿Qué le ha aportado a nivel humano y político esta intensísima campaña de tantos kilómetros de viaje, amplio contacto humano y visita a numerosos municipios?

J.A.G.: Conversar y compartir con muchos hombres y mujeres de Andalucía. Cada cual con su problema concreto, con su reivindicación y con sus ideas, pero todos empeñados en superar esta crisis sin perder lo que hemos ganado durante tiempo. El pueblo andaluz sabe que estamos ante una tarea colectiva, muy similar a la que vivimos en 1980 cuando nos jugamos nuestro futuro con determinación y orgullo en aquel apasionante referéndum. Estamos ante una encrucijada similar a la del 28-F y la ciudadanía quiere ser protagonista de nuevo de lo que está por venir.

EP: Por último, si Arenas de nuevo fracasa en su intento de acceder a la Presidencia de la Junta ¿cómo ve el futuro del líder del PP-A? ¿De ministro en Madrid, de portavoz del grupo parlamentario del PP andaluz o en su plaza -sin oposición- del Ministerio de Cultura?

J.A.G.: En lo personal, le deseo lo mejor a Javier Arenas. En lo político deseo lo mejor a Andalucía y eso se garantiza mejor con un gobierno socialista. Esta tierra ha de continuar por el camino seguro que empredió hace 30 años. No son tiempos para experimentos.