Los dirigentes sindicales han exigido al gobierno de Rajoy que tome nota de la movilización ciudadana y le han instado a negociar. También al de Mas. En el momento de la manifestación, el presidente del Gobierno hacía su discurso en el congreso de los populares y afirmaba que la reforma laboral era buena, justa y necesaria. Los manifestantes, por el contrario, piensan que la reforma es injusta, mala y arbitraria porque en palabras de un dirigente sindical “no creará empleo y en un momento que no hay trabajo facilita el despido de los que lo tienen”.

"Rajoy nos quiere tomar el pelo"
Tampoco las palabras de Rajoy que decía desde su tribuna que “es la reforma que esperaban los parados” tuvieron ningún eco entre los manifestantes. Uno de ellos que iba acompañado por su mujer y sus hijos decía a elplural.com preguntado por las afirmaciones del presidente del gobierno que “nos quiere tomar el pelo. Los parados quieren un puesto de trabajo digno y decente. La reforma hace que un puesto de trabajo sea una ruleta rusa. Cada día tienes el miedo a ser despedido. Y si no tienes trabajo, sabes que el que puedes conseguir será una basura”.



Contra los recortes de Artur Mas
El Gobierno de Mas también fue objeto de las consignas y pancartas de los manifestantes en contra de su política de recortes. “Sólo saben hacer recortes y más recortes. Al final no habrá de dónde recortar. La asistencia sanitaria universal empieza a ser un camelo” decía indignado un manifestante. Similares argumentos esgrimían las multitudinarias manifestaciones del resto de las capitales catalanas y de Tortosa.

No descartan la huelga general
Los dirigentes sindicales no han descartado la huelga general y en muchos momentos de la marcha los gritos de huelga, huelga, eran atronadores. Sin embargo, los sindicatos apuestan por seguir informando a los trabajadores en los centros de trabajo y a la ciudadanía e instan a negociar al ejecutivo. Sin embargo, a nadie se le escapa que se están creando las condiciones para una huelga general. En la manifestación de Barcelona el hartazgo, el malestar, la indignación eran elementos que se podían sentir a simple vista.