Con las Navidad a la vuelta de la esquina, también llega una pregunta muy habitual en muchas familias que desean tener una mascota. Si quiero regalar un perro, ¿es mejor comprarlo o adoptarlo? Partiendo de que los perros no son juguetes y que esta debe ser una decisión muy meditada y consensuada, ya que debemos estar seguros de que podremos proporcionarle los cuidados y el cariño que necesita, la respuesta dependerá de nuestra situación y necesidades. Así pues, tanto comprar como adoptar tienen sus ventajas y sus desventajas y es importante conocerlas para lograr una buena convivencia, ya que, a partir del momento en que un perro entre en casa se convertirá en un miembro más de la familia.
Ventajas y desventajas de comprar
En primer lugar, antes de plantearnos buscar páginas para comprar cachorros, lo que debemos hacer es centrarnos en criaderos especializados y de confianza. De esta forma, compraremos de manera responsable, garantizando que, con ello, los animales no están sometidos a prácticas abusivas y no son maltratados.
Dicho esto, la decisión de comprar puede estar motivada por multitud de razones. Por un lado, comprar nos permite saber de antemano las características físicas y la personalidad del animal. Esto, más que por motivos estéticos, ayuda a elegir razas que vayan más acorde con el modo de vida y las necesidades de la familia. Por ejemplo, si el perro va a acompañar a una persona mayor, que sea pequeño y tranquilo; si somos más activos o nos gustan las razas grandes, más enérgico... Además, comprándolo en un negocio legal nos aseguraremos de que está sano, desparasitado y que tiene sus papeles en regla, además de que ha recibido una socialización adecuada.
No obstante, comprar significa una oportunidad perdida para los miles de animales que viven en perreras y centros de adopción, a la espera de una familia. Asimismo, los costes son mucho más altos y se contribuye a la sobrepoblación canina.
Ventajas y desventajas de adoptar
La adopción tiene varias ventajas, relacionadas todas ellas con la ética y los valores. Por una parte, adoptar significa dar una nueva oportunidad a un animal que lo necesita o salvarle la vida. Además, en los centros de adopción hay perros de todo tipo, de diferentes edades, tamaños... por lo que no es difícil encontrar alguno que enamore a toda la familia. Los costes de adopción, además, son mucho más bajos que cuando compramos.
Aun así, adoptar también presenta algunas desventajas que hay que tener en cuenta. Por ejemplo, en algunos casos pueden presentar problemas de socialización o traumas, aunque se pueden superar con mucha dedicación y cariño. Asimismo, algunos pueden tener secuelas de patologías que hayan pasado o tener enfermedades que requieran una vigilancia mayor y más visitas al veterinario.
En conclusión, tanto comprar como adoptar un perro tiene sus ventajas y sus inconvenientes. En definitiva, todo depende de nuestras necesidades, valores y circunstancias personales, aunque lo más importante, antes de decidir regalar uno en Navidad, es concienciarse de que una mascota es un miembro más de la familia, por lo que requiere compromiso, amor y responsabilidad. Solo si estamos dispuestos y seguros de poder ofrecérselo será el momento de traer una a casa.
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