Telecinco necesita una buena noticia como agua de mayo, diciembre en esta ocasión. Resulta que la principal cadena de Mediaset España ostenta a día de hoy la medalla de plata en las audiencias mensuales y, de continuar en esta tendencia, se podrá cumplir en anhelado sorpasso a La 1. La consolidación de esas tres décimas de diferencia que existen entre ambas, sin duda alguna, sabrá a completa gloria en el seno del grupo audiovisual.
Tan solo quedan cuatro días para que diciembre llegue a su fin, un ejercicio que tradicionalmente cuenta con una gran carga emocional. Las familias se reúnen para celebrar las fiestas y la televisión siempre acompaña de fondo en todas las reuniones; razón clave por la que las cadenas ponen toda la carne en el asador para seguir acercándose a los espectadores potenciales. Llegados a este punto, ¿cómo está la clasificación mensual de las cadenas en abierto?
La carrera final en este mes de diciembre se vive con especial expectación en el seno de Mediaset España, tal y como ha podido saber ElPlural.com. En el caso de que los índices recogidos en la figura anterior terminen por consolidarse, Telecinco recuperaría la ansiada segunda posición con un 10,1% de share medio. En este caso, La 1 se conformaría con un correcto 9,8% y una distancia entre ambas de 0,3 puntos . Básicamente, esta noticia podría traducirse como una inyección de moral que podría conceder a la cadena un aura próximo al inicio real de la recuperación.
Atención porque esta situación debe entenderse en un contexto: la Navidad siempre ha sido una época mucho más familiar en relación al resto del año y que, por tradición, siempre había impulsado los resultados de La 1. En la otra cara de la moneda nos encontramos con una realidad que puede eliminar de un plumazo las alegrías. Pese a que Telecinco vuelva a convertirse en la segunda cadena con mayor seguimiento, firmaría el peor diciembre de toda la serie histórica. Respecto al mes de noviembre, la mejora sería de tan solo +0,1 enteros.
¿Romperá diciembre el descalabro iniciado en julio?
Tenemos que remontarnos al mes de julio para encontrar el inicio de esta tendencia que hizo sonar todas las alarmas. Por primera vez en su historia reciente, Telecinco caía a mínimos históricos con cifras mensuales en el undígito. De hecho, fue durante este ejercicio cuando perdió la segunda posición en las clasificaciones generales coincidiendo con el inicio de un nuevo modelo televisivo que necesitaba asentarse.
El 'efecto verano' perjudicó sobremanera a una Telecinco que ya no contaba con 'Sálvame' en sus tardes y que todavía no había recibido a Ana Rosa Quintana en la mencionada franja. Pese a continuar líder en la mañana, sus ofertas de prime time no terminaban de enganchar a los espectadores. ¿El resultado? Firmó un escueto 9,3% de media, quedando por detrás de La 1 y su 9,9%, índices potenciados en este caso por éxitos estivales como el 'Grand Prix', el Tour de Francia o las elecciones. Desde ese momento, la pública se ha mantenido por delante de la privada de manera consecutiva hasta llegar a diciembre.
La fortísima apuesta de Telecinco por la recuperación
¿La apuesta de Telecinco por la recuperación es fortísima? La respuesta es sí; otra cosa muy distinta es que sea del agrado de los usuarios de las redes sociales. Cierto es que, a veces, el ruido es capaz de ensombrecer muchas otras realidades, pero Mediaset España está intentando resurgir. Al regreso de 'Gran Hermano VIP' se le debe sumar el testeo efectuado con nuevos formatos de corte más blanco y siempre con las "buenas causas" como telón de fondo ya sea en 'Desnudos por la vida' o en 'El musical de tu vida".
No obstante, hay un programa que ha acaparado muchas más miradas que los aquí citados: '¡De viernes!'. Mientras que Mandarina Producciones regresaba a ese peculiar barro que es en ocasiones la crónica social, Telecinco recogía los frutos en audiencias. ¿Pueden considerarse "blancas" las entrevistas de Ángel Cristo Jr. o Fran Rivera? Pues lo cierto es que de miembros de su familia han hablado y lo que no se ha quedado en blanco son los talones recibidos por hablar. Eso sí, en un tono mucho menos beliegrante de lo que era habitual.
