Kiko Matamoros ha reaparecido este lunes en 'Sálvame' después de dos semanas alejado de los focos por haber dado positivo en coronavirus. Durante su ausencia, el grueso de 'Rocío, contar la verdad para seguir viva' se ha emitido, provocando que muchos pensaran que el programa ha sido vetado del programa.

Nada más lejos de la realidad, el colaborador ha explicado su ausencia. “Estoy estupendamente. Dentro de lo molesto que puede el proceso, la verdad es que bien”, decía. “Empecé muy mal muy rápido con síntomas duros con dolor en el pecho”, especificaba.

Sin embargo, recordó que había leído un artículo en el que se hablaba de un tratamiento de azitromicina y antihistamínicos e intentó mediante su doctor comenzar a tomar esos fármacos. “Gracias a eso me desaparecieron casi todos los síntomas en un día y medio y lo que he tenido después ha sido cansancio, dolor muscular…”, añadía.

A los pocos minutos, 'Sálvame' abordaba el caso de Rocío Carrasco y cómo Antonio David Flores graba a todo su entorno para luego venderlo. Finalmente, Kiko Matamoros daba su opinión. “No es que lo sospechara, es que estoy convencido de que eso no es así. Quiero ver las pruebas. No me puedo creer que haya alguien que se dedique sistemáticamente a grabar a sus compañeros, a sus jefes, a sus amigos,…”, defendía.

"Puede que haya grabado en algún caso como ejercicio de autodefensa, eso seguro, pero no como están diciendo”, proseguía diciendo poniéndose de lado de su amigo. “¿Tú te crees que si de verdad tiene un documento gráfico del tipo que sea comprometedor para Ortega y Rocío no hubiera negociado con eso para que le retiraran el medio millón de euros que todavía tiene pendiente de pago por la demanda que le interpuso a la Jurado y perdió?”, decía a sus compañeros.