Iker Jiménez ha sorprendido a su audiencia al hablar abiertamente en su programa de la razón por la que pensó dejar Cuarto Milenio tras su primera temporada. El presentador dudó en renovar por una segunda temporada tras el éxito que cosechó el formato, compuesto por trece entregas y con el punto a favor de Mediaset para renovar.
Detrás de estas dudas se encuentra el motivo que ahora ha desvelado y que a más de uno ha sorprendido. En aquel momento, Jiménez compaginaba La nave del misterio con el fútbol y los partidos los disputada junto a sus amigos los lunes. Esto llevaba mucho tiempo haciéndolo y era una necesidad extrema cada semana. Además, ha admitido que se encontraba “enfermo” por no tener esa “liberación de toxinas” al verse obligado a faltar a estos partidos.
Fue esto lo que llevó a Jiménez a reunirse con los responsables de la cadena e intentar llegar a un acuerdo. “En aquel momento, para mí, el fútbol entre amigos era lo más importante, más que la televisión”, ha relatado. En el momento en el que explicaba esto, su mujer, Carmen Porter, daba fe de ello y le definía como “insoportable” cuando no podía jugar al fútbol con sus amigos.
La investigación con la que estuvo a punto de morir
Además, Iker Jiménez también ha compartido la experiencia con la que estuvo a punto de morir, en su primera investigación paranormal con 18 años. Todo ocurrió en un camino entre Cáceres y Salamanca mientras iba acompañado por su compañero Lorenzo Fernández y con el que tuvo que pasar la noche al raso para que la investigación funcionase.
En este panorama, dos luces amarillentas de un vehículo se aproximaron a ellos y de él salió un individuo mal encarado, que empezó a hacer ruidos entre balbuceos y sin hablar y abrió el maletero para enganchar una escopeta de doble cañón. “En esos momentos uno piensa si ha elegido la profesión correcta. Me puso la escopeta en la cabeza, solo separado por el cristal. Han pasado 31 años y les juro que cuando miro a Lorenzo es cuando tengo miedo, él sacó una pistola de fogueo, de aire comprimido. Yo en medio. Esa escena nunca la olvidaré”, ha explicado.
El drama se solucionó con Jiménez dando marcha atrás y huyendo despavorido junto a su amigo con el coche. “Fue tal el miedo que salimos de allí como alma que lleva el diablo”, ha concluido.