El momento televisivo más comentado entre los espectadores nada más comenzar el nuevo año es el vestido de Cristina Pedroche que, una vez más, no ha vuelto a dejar indiferente a nadie. La presentadora daba la bienvenida al 2022 enfundada en un vestido de estilo futurista original de Manuel Piña del año 1991.

Cabe destacar que, por primera vez en la historia, Antena 3 consiguió destronar a TVE en índice de audiencias en los minutos más importantes del año de la televisión, dejando así a la presentación de Anne Igartiburu en segundo lugar y, en tercer lugar, las Campanadas de Telecinco.

Por otro lado, para despejar las dudas de los espectadores, Cristina Pedroche ha dado más detalles sobre su preparación y sobre la elección del traje este lunes en Zapeando. Así, explicaba que la esencia principal de su traje fue el "renacer": "El renacer era lo que quería mostrar, representar. El renacer es posible y todo el mundo puede hacerlo las veces que sean necesarias", aseguraba la colaboradora, haciendo referencia así a las alas que llevaba su capa.

Atendiendo a las audiencias de este año, remarcando que para ella sigue siendo "un sueño", Pedroche se muestra más que contenta con el resultado: "Es mucha presión, es digerirlo con calma, porque hay opiniones para todos los gustos, como siempre". Asimismo, las críticas también son otra de las partes que se repiten cada año: "De verdad, que si les viene bien soltarlo, que lo suelten. Pero solo contra mí, que a mi equipo lo dejen tranquilito porque al final quien decide todo soy yo", defendía la presentadora en el programa de La Sexta.

La gran incógnita: el pelo

A pesar de que todas las miradas estaban fijas en el traje, este año los espectadores se quedaron más que perplejos al ver que Cristina Pedroche aparecía totalmente calva. Sin embargo, había truco. 

La sorpresa fue parcial, ya que la presentadora tiende a dar pequeñas pistas unas semanas antes del momento decisivo, por las cuales esta vez iba despistando, ya que apareció en varios programas con pelucas que invitaban a la sospecha.

Josie, el diseñador encargado de vestir a la presentadora, fue el que le propuso hacer un cambio radical: "Cuando me enseñó el diseño, Josie me dijo que odiaba el pelo, que ahí no había manera de cuadrarlo. Me dijo que me lo tenía que cortar, que me tenía que rapar la parte de abajo y los nacimientos de las orejas. Sin embargo, hablando con caracterización, pensamos en esconder todo el pelo de forma natural y cuando lo vio le convenció. Además, es que si yo me rapo ahora mismo, lo normal es que mi cabeza no esté toda lisa o del mismo color, por lo que al final optamos por eso", aclaraba Pedroche.