El denunciante de la supuesta agresión homófoba que se conocía el pasado lunes ha confesado que las heridas que tiene fueron consentidas dentro del marco de una relación íntima consentida, según avanza el periodista Manuel Marlasca en 'Más vale tarde'.

Aunque en un principio joven había denunciado que un grupo de ocho personas encapuchadas le habían asaltado en su portal y le habían grabado la palabra 'maricón' en una de las nalgas, este miércoles ha admitido que ese ataque nunca existió en el portal ni hubo encapuchados. Todo ocurrió durante una relación sexual, en una vivienda que no ha querido revelar, y con dos individuos a los que se desconoce si ha identificado.

Una mentira que tiene consecuencias legales

El denunciante, según ha apuntado en el mismo espacio de laSexta el jefe de Tribunales de la cadena, Alfonso Pérez Medina, podría haber cometido un delito de denuncia falsa -a pesar de que no iba dirigida contra nadie- y otro de simulación de delito al inventarse la agresión.

El artículo 457 del Código Penal recoge que la simulación de delito se produce cuando una persona "simulare ser responsable o víctima de una infracción penal" o "denunciare una inexistente, provocando actuaciones procesales" donde se prevén multas de seis a 12 meses en función de la cuantía que se le imponga.

Una denuncia falsa, pero hasta tres agresiones por LGTBIfobia más

A pesar de que finalmente se trata de una denuncia falsa, lo cierto es que esta semana se han producido varias agresiones con tintes homófobos.

Axel, un joven trans de 21 años ha denunciado que el pasado lunes por la noche se disponía a tomar algo con un amigo con motivo del fin del toque de queda en Valencia cuando fue atacado, tal y como ha relatado a Levante-EMV. "Qué guapes sois todes", dijo el joven a un grupo de chicos que se encontraba en las inmediaciones de la plaza Honduras.

Al parecer, uno de ellos entendió que Axel le había llamado "maricón" y este le agredió primeramente con un puñetazo en la espalda y poco después otro en la cara que le rompió la nariz. "Vino a pegarme como un loco", ha escrito a través de sus redes sociales el joven agredido. Junto al mensaje, este ha compartido una imagen de cómo le han dejado la cara tras el ataque y ha explicado lo sucedido mientras ha advertido del peligro a sus seguidores.

También, como adelantaba laSexta esta misma mañana, dos jóvenes, uno de 27 años y otra de 21, han sido identificados por la agresión homófoba a un chico en Velada (Toledo). 

Todo ocurrió el pasado sábado, 4 de septiembre, cuando Miguel Ángel se disponía a abandonar el recinto en el que se encontraba celebrando las fiestas del municipio. Según explicó el joven, al pasar por una multitud, una chica dijo "joder, ya me están rozando", a lo que él contestó: "No, tranquila, si ya nos vamos". Entonces, ella se dio la vuelta y replicó "ah no, tú qué me vas a estar tocando, si pierdes mucho aceite". El chico volvió a contestar, entonces: "Ya, ya lo sé, pero tranquila que esto a ti no te importa".

Según las declaraciones de la víctima, tras su respuesta, la joven insistió en que "sí, que eres maricón" y se abalanzó sobre él para golpearle, pero el joven pudo parar ese primer ataque con la mano. Sin embargo, no los golpes de los amigos de la chica, que también le lanzaron varios puñetazos y llegaron a tirarle al suelo.

Por último, un joven de Vitoria ha denunciado en redes sociales otra agresión.  En su testimonio, el afectado cuenta que la agresión se produjo después de salir de un bar de copas cuando se dirigía a Fueros parar reunirse con sus amigos. "Oye, puto maricón de mierda", son las palabras que el joven escucho cuando doblaba una equina. Cuando este se giró, el responsable de los improperios le soltó un puñetazo que, tal y como cuenta la víctima, le dejó en el suelo.

Tras lo sucedido, el joven explica que sufrió un ataque de ansiedad, aunque reconoce que no era por el simple hecho de que le hubiera pegado ya que es consciente de las agresiones de este tipo que se producen. "No entiendo ni cómo ni por qué razón hay personas que por el simple hecho de amar o ser diferente se sienten ofendidos", cuenta el joven.

"Esto no me tenía ni que haber pasado a mí ni a nadie porque el sábado vi con mis propios ojos el miedo, la rabia y la preocupación de mi pareja y amigos", relata el afectado que ha hecho referencia a la importancia de "dejar constancia de las agresiones" para visibilizar el problema.