Noche del lunes 9 de octubre. Telecinco desvelaba por primera vez esa "gran exclusiva" con la que llevaba días apabullando al espectador con distintos cebos a lo largo y ancho de su programación. Tal era el supuesto calado de esas informaciones nunca conocidas que incluso se tomó la decisión de levantar la emisión habitual de 'GH VIP. Última Hora' y el capítulo de estreno en abierto de 'La Que Se Avecina'. Los relojes marcaban las 22:00 horas cuando 'Código 10' irrumpía en las pantallas de la principal cadena de Mediaset España con la declaración nunca antes vista de Jenni Hermoso.

La nueva Telecinco, llevando por bandera ese nuevo modelo "blanco y familiar" defendido por Manuel Villanueva, Alessandro Sálem o Borja Prado, decidió emitir un discurso a puerta cerrada de una mujer presuntamente víctima de "un acto sexual no consentido". La declaración no fue pública y, posiblemente, la futbolista no autorizó dicha emisión. Como era de esperar, los espectadores y la crítica especializada en televisión se alineó en dejar patente el sentir social derivado; reflexiones donde incluso se habla de una "filtración interesada de cloacas".

Nula protección a la víctima

El programa presentado por Nacho Abad y David Aleman prometía a los espectadores una gran noticia, pero, lejos de causar el interés buscado, Mediaset provocaba rechazo en la audiencia. Los televidentes mostraban su decepción e indignación con que la cadena mostrara las declaraciones privadas de la futbolista ante la Fiscalía por el beso de Luis Rubiales durante la celebración de la victoria de la Selección Española en el Mundial de fútbol. Las cifras de audiencia del formato reflejan este sentimiento, ya que solo obtuvo un 7,9% de cuota de pantalla y 740.000 espectadores. Tras varias semanas en las que las televisiones abrían cada una de sus producciones hablando del suceso y en las que la opinión pública opinaba sobre el consentimiento, el tema parecía haberse calmado mediáticamente. Sin embargo, con la emisión del programa, Jenni Hermoso volvía a saltar al foco mediático, dando lugar a que se reabran de nuevo las dudas en cuanto a su testimonio. 

La filtración de las declaraciones supone una violación a la intimidad de la futbolista, y además, cabe recordar que las imágenes llegan en un momento en el que el proceso judicial continúa abierto. Pese a que Mediaset pretendía cautivar a los espectadores con su gran "exclusiva", la "revictimización" ha sido evidente. Y es que, aunque la víctima de la presunta agresión sexual sea un personaje público, no todo vale. ¿Se habrían emitido unas imágenes como estás en caso de que la declaración de la mujer presuntamente acosada no fuera reconocida? "Su objetivo no es informar de manera rigurosa, sino generar MORBO, lo que provoca desprotección en las víctimas. Encontramos este ejemplo en el contenido publicado en 'Código 10', donde se emite la declaración de Jennifer Hermoso. Qué repugnante. Esto no es periodismo", publicaba en su cuenta de Twitter la Asociación de Periodistas Feministas de Castilla y León. 

Revictimización en directo

Desde que los hechos tuvieran lugar en la noche del 20 de agosto de 2023 de manera pública y en directo, las opiniones comenzaron a difundirse tanto en la vida cotidiana como en los propios platós de televisión. Aunque la propia Jenni Hermoso decía no pronunciarse al respecto, eran muchos los que se aventuraban a cuestionar si el beso había sido o no consentido, analizando cada uno de los gestos y posteriores actitudes de la futbolista. Días después del acontecimiento, Sandra Barneda se enfadaba en 'Así es la vida' con algunos de sus colaboradores, como Cristóbal Soria, Antonio Montero o Gema Fernández, quienes insistían en qué Hermoso debía pronunciarse ante el tema y exigían que se posicionara cuanto antes. La victimización y el cuestionamiento han sido habituales, independientemente de la cadena. Benjamín López aseguraba en 'Y ahora, Sonsoles' que si se sintiera "agredido sexualmente", hubiera puesto "la denuncia a los cinco minutos".

Esto mismo ocurrió durante la emisión de 'Código 10', ya que el programa reabrió la victimización. Una de las colaboradoras, María Jamardo, opinaba sobre el momento en el que se producían las declaraciones: "No es casual que se produzca esta declaración dos semanas después de los hechos. Para mí pierde una cierta frescura o inmediación. El que haya sido inmediatamente después de lo ocurrido, da una cierta visión menos sesgada e influida por el entorno", manifestaba. "Si tú ahora sales de aquí y le vas contando a todo el mundo que yo te he agredido sexualmente y yo voy una, y otra, y por tercera vez, a tí a decirte: 'Oye, di la verdad, que yo no te he agredido sexualmente. ¿A qué no lo vería como una presión si tu sabes que es mentira? (...) Lo que ha ocurrido delante de las cámaras es un beso, el consentimiento o no consentimiento, porque no lo sabes, no ha ocurrido delante de las cámaras", decía Bárbara Royo.

Un beso forzado que opaca toda una trayectoria deportiva

El beso de Luis Rubiales a Jennifer Hermoso terminaba eclipsando la victoria de la Selección Femenina de Fútbol. Las imágenes del desafortunado "piquito" del andaluz corrían como la pólvora y todos los medios querían conseguir declaraciones de las jugadoras sobre el tema. Sin embargo, ellas mismas quisieron mantenerse al margen en un primer momento para apoyar a su compañera e intentar disfrutar del logro que, por desgracia, se estaba empañando mediáticamente. El exentrenador daba una primera rueda de prensa en la que anunciaba que no iba a dimitir ante los ojos de algunos de sus familiares, como sus hijas o su madre. A partir de ese momento, el caso tomaba tintes cuanto menos surrealistas y esperpénticos, que culminaban con el encierro de la madre de Rubiales en una Iglesia. De hecho, la misma convocaba a los medios a las puertas para dar declaraciones, pero el cura terminaba actuando como su portavoz y aseguraba que no comparecería porque una ambulancia había tenido que trasladarla al hospital tras un ataque de ansiedad.