La youtuber Naya ha sido condenada a pagar una indemnización de 10.000 euros por publicar una conversación íntima entre los también youtubers Dalas Review y María Rubio (Miare), encargada de interponer la denuncia.

La demandante asegura que en 2016 Naya (con 53.000 suscriptores) subió a internet y enlazó desde su canal una llamada telefónica privada entre los otros dos protagonistas del caso, que habían sido pareja hace unos meses. En ella discutían sobre su relación y se mencionaban infidelidades y aspectos de su vida sexual.

La llamada se hizo viral en internet y acumuló más de 158.000 visitas. Además, se publicó en numerosos sitios de la red y decenas de youtubers hicieron vídeos comentando el que se había subido y lo redifundieron. Cuando Naya había conseguido su objetivo, borró la conversación con la finalidad de dificultar la prueba del origen de la publicación.

Dalas Review le pasó la conversación

Así las cosas, en la sentencia de 6 de marzo de este año, el juzgado de primera instancia nº2 de Sant Feliú de Llobregat da por acreditado que la llamada fue publicada por la demandada para vulnerar la intimidad de Miare, destacando además que supuso la vulneración del derecho al honor de la persona indicada. Subraya también el caso que dentro de los documentos aportados, constan correos electrónicos que muestran que Dalas Review grabó la convesación y se la facilitó a Naya. 

Él asegura que esta la difundió sin su consentimiento, pero no ha ejercido ninguna acción legal por vulneración de su propia intimidad en una conversación en la que también aparece. Además, guarda amistad con la youtuber hasta el punto de que el bufete que defendió en juicio a Naya sustituyendo a la abogada de oficio que hasta entonces llevaba el caso es también el despacho que defiende a este Review en sus procedimientos.

Así las cosas, la sentencia concluye que “la intención de la sra. Naya no solo consistía en publicar dicha conversación, sino que durante el tiempo que estuvo publicada su intención era que se la descargara el máximo número de personas para que no se perdiera en el olvido”. Por su parte, Miare se muestra frustada, más allá de por los hechos, por tener que esperar “casi exactamente seis años para que se haga justicia y se condene a una persona por vulnerar” su honor e intimidad y que “lleva ese mismo tiempo “jactándose de haber quedado impune.

“Casi me reprochara que haya entrevistado en mi canal a Amarna Miller o que hubiera hablado libremente de algunos aspectos de mi vida sexual, como si eso me hiciera perder el derecho a la intimidad de mis llamadas telefónicas con otras personas si en ellas hablo de ese tema”, añade en referencia al abogado de la parte contraria, a quien “sí agradece” que le preguntara por qué no demandó a quienes han redifundido la llamada: “Es une buena idea que, con el dinero de esta indemnización, ahora me podría permitir”, apostilla.

Con todo ello, este caso obedece al de la primera condena de la historia por difundir una llamada íntima en Youtube.