El pasado viernes 7 de junio, un vuelo de la compañía Pakistan International Airlines, que viajaba de Manchester a Islamab, tuvo un retraso de casi ocho horas. La razón fue que una pasajera abrió la puerta de la salida de emergencia, porque la confundió con la del baño.

El avión ya estaba cerrado y listo para despegar, cuando la mujer abrió la puerta trasera del lado izquierdo, según ha publicado The Independent.

La aerolínea remitió un comunicado, en el que aseguraron que “el tobogán de salida se desplegó automáticamente”, lo que obligó a todos los pasajeros que estaban dentro de la aeronave a bajarse. Después, tuvieron que esperar entre siete y ocho horas para poder volar.

Además, hubo 38 pasajeros a los que se les tuvo que reubicar en otros vuelos.