El volcán de Cumbre Vieja, en La Palma, ha vuelto a rugir este mediodía después del parón de lava, humo y cenizas de las últimas horas, cuando su silencio e inacción sorprendió a los expertos y vecinos, temerosos de que se abran nuevas bocas. El Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan) ha anunciado que se reactivan las emisiones y la expulsión de lava en el cono principal. La lava sigue avanzando y se encuentra a menos de un kilómetro de la costa.

En este momento, del volcán sale una columna alta de humo negro y se puede escuchar el fuerte rugido, después de que detuviera las emisiones de lava poco antes de las 10.00 horas de esta mañana. Según las estimaciones de especialistas, la erupción habría dejado ya alrededor de 30.000 metros cúbicos de lava. Los expertos (hay alrededor de 60 sobre el terreno) analizan a qué se debe el nuevo comportamiento, mientras los mayores de la isla recuerdan experiencias anteriores y advierten de que esa aparente falta de actividad no tiene que significar que baje la intensidad del volcán, sino precisamente todo lo contrario.

Los especialistas barajan cuatro posibilidades: que el volcán se esté recargando de magma; que se haya generado un tapón que impida la emisión de la lava; que la erupción haya comenzado a pararse, aunque esto es poco probable por el escaso tiempo transcurrido desde el comienzo de la actividad volcánica; o que el magma se esté trasladando. 

16 terremotos al sur de La Palma

El aparente parón del volcán de Cumbre Vieja ha coincidido con una reactivación de la actividad sísmica, a primera hora de esta mañana, al sur de La Palma, con 16 terremotos localizados en la zona norte de Fuencaliente, según ha confirmado el Instituto Geográfico Nacional (IGN).

El terremoto más intenso se ha localizado a las 06.05 horas y a una profundidad de 10 kilómetros. Todos los movimientos sístimos están por encima de magnitud 2 y a profundidades que oscilan entre los 9 y los 13 kilómetros.

La lava está a un kilómetro del mar

El frente de la colada del volcán de Cumbre Vieja se encontraba este domingo por la tarde a unos 1.600 metros (1,6kilómetros) en línea recta de la costa, en dirección noreste, bordeando la montaña de Todoque. En estos momentos está a menos de un kilómetro del mar. La dirección del Plan de Prevención de Riesgo Volcánico de Canarias ( Pevolca) ordenó desde hace días el confinamiento de varios núcleos poblacionales de ese municipio ante la posibilidad de que la lava de la erupción volcánica llegue al mar en las próximas horas.

La actividad del volcán se ha reducido notablemente en las últimas dos horas y desde el Instituto de Geociencias han alertado de que "hay que estar muy vigilantes de su evolución porque el escenario puede cambiar rápidamente". Si el volcán reanudara su actividad y la lava continuara su recorrido se precipitaría por los acantilados y llegaría al mar.

El director técnico del Plan de emergencias volcánicas de Canarias (Pevolca), Miguel Ángel Morcuende, explicó en rueda de prensa el sábado que "estamos ante un evento volcánico fisural de carácter estromboliano, lo que quiere decir que los distintos centros de emisión que van sucediéndose lo hacen a lo largo de una fisura, en este caso en dirección noroeste-sureste, en la que van apareciendo una serie de centros emisores que se pueden ir apagando y aparecer otros nuevos o incluso volviendo a aparecer los ya apagados", dijo durante la rueda de prensa posterior a la reunión del Comité Director del Pevolca.

Un proceso muy vivo que puede cambiar de pronto

María José Huertas, experta del Departamento de Petrología y Geoquímica de la Facultad de Ciencias Geológicas de la Universidad Complutense de Madrid, ha explicado sobre el cambio en la intensidad explosiva del volcán que "si varía la cantidad de gases, si varían las características del magma, cambia su temperatura, cambia su viscosidad, o si cambian alguno de sus parámetros, entonces en el interior de la chimenea las explosiones pueden ser más o menos violentas y lo que sale al aire es más o menos cantidad de ceniza".

Esta experta ha considerado que el volcán podría seguir expulsando lava entre 24 y 84 días. "En cualquier momento puede venir un nuevo curso de magma más fresco que rellena la cámara y aquello se autoalimenta y vuelve a tener lugar un ciclo más explosivo, como si volviéramos otra vez a la casilla de salida", ha precisado.

"Es un proceso muy vivo. A lo largo de una hora puede estar cambiando todo continuamente. Es una cosa muy dinámica. Que cambien los gases, que se caiga un trozo de roca o no te quiero contar nada si encima se encuentra con agua, como en Islandia", ha añadido la experta.