La nueva colada de lava del volcán de La Palma avanza con más fluidez que las anteriores hacia el municipio de Tazacorte y está aproximadamente a menos de 1.000 metros del mar, después de que retomara su actividad sobre las 19:00 horas de este lunes. Según la información del Departamento de Seguridad Nacional, en estos momentos hay dos bocas activas: una en el cono principal, que ayer explosionó, y otra por debajo del mismo, que emite lava a una temperatura de 1.000 grados centígrados, que se espera que llegue al mar.

“No tenemos en este momento la posibilidad ni científica ni técnica de marcarles una fecha u hora de llegada al mar”, ha asegurado el director técnico del Plan de Emergencias Volcánicas de Canaria (Pevolca), Miguel Ángel Morcuende. “Seguimos a la espera de lo que quiera hacer el volcán, que es lo que viene haciendo habitualmente”, ha añadido.

Una montaña ralentiza la marcha de la lava

La marcha de la colada se ha ralentizado porque ha encontrado en su camino el obstáculo de la montaña de Todoque, aunque empieza a rebasarlo por uno de sus laterales, mientras que las anteriores coladas se encuentran casi detenidas. Según la información actualizada del Departamento de Seguridad Nacional (DSN), la extensión de la superficie afectada por el avance de lava sigue aumentando y se desplaza en dos vías: la del sur, que mantiene una velocidad baja; y la del norte, más activa, que se encuentra en el área de la montaña, a una distancia de entre 800 y 1.000 metros de la costa de Tazacorte.

Se recomienda a la población estar en espacios interiores

Desde el pasado domingo han sido confinadas las áreas de San Borondón, Marina Alta, Marina Baja y La Condesa. Por el momento, la erupción del volcán no está influyendo negativamente en la calidad del aire, aunque en las zonas afectadas por una intensa caída de cenizas, se recomienda permanecer en espacios interiores, medida que se une a la recomendación de mantener un radio de exclusión de 2,5 km en torno a los centros de emisión para minimizar el riesgo de impacto de piroclastos y exposición a los gases.

Se mantiene también el confinamiento de los cuatro núcleos poblaciones de Tazacorte más cercanos al lugar donde previsiblemente la lava caiga al mar, ante una eventual emanación de ácido clorhídrico por la reacción del material incandescente con el agua, que supondría afecciones leves en bronquios y ojos. El aeropuerto de la isla se encuentra operativo, aunque ninguna compañía operó vuelos durante el día de ayer.

Un parón de horas

El volcán entró este lunes en la tarde en una nueva fase de actividad con fuertes explosiones de tipo estromboliano y formó una gran colada de lava que desciende desde su cono principal por el camino abierto por las anteriores, tras una jornada en la que pareció detenerse de forma súbita y su actividad cesó durante horas, sin que emitiera ningún sonido ni desprendiera lava, cenizas ni humo.

El volcán de Cumbre Vieja ya ha superado en solo siete días la última ocurrida en La Palma, la del Teneguía de 1971, y eso sin contar la gran cantidad de lava que está expulsando desde la pasada noche. De la erupción han salido en una semana 46,3 millones de metros cúbicos de materiales, mientras que el Teneguía movió 43 millones en 24 días.