La compañía Endesa ha llevado a cabo este jueves la voladura simultánea de las dos torres de refrigeración y de la antigua chimenea del grupo 3 de la central térmica de Compostilla, en Cubillos del Sil (León). El vídeo de la voladura se ha compartido en redes sociales y son muchos los vecinos de la zona, y de la comarca, los que han lamentado el adiós a esta central icónica de El Bierzo y también de España.

La demolición se ha producido prácticamente de manera simultánea, con tan solo unos cuatro segundos de diferencia entre la torre del grupo 5, la torre del grupo 4 y la chimenea del grupo 3. Todo ha ocurrido según se esperaba, han caído como estaba previsto en forma de cuña, aunque las dos torres lo han hecho sobre sí mismas y la chimenea hacia un lateral.

Tras ello, 16.900 toneladas de escombros de los símbolos de esta central que fue inaugurada el 28 de julio de 1949.

Estas dos icónicas torres de refrigeración se construyeron con hormigón en los años 80, haciéndolas llegar a los 110 metros de altura y 80 metros de diámetro base y 50 metros en la zona de coronación. Por su parte, la chimenea hoy derribada se levantó a principios de los años 70 y tenía 120 metros de altura.

Pero con esta detonación y derribo, que forman parte de un plan de desmantelamiento que empezó en 2021 y que terminará en 2025, año en el que Endesa habrá dejado a ras de suelo las 375 hectáreas que ha ocupado, se pone fin a una era de crecimiento de la comarca de El Bierzo, cuando se transformó de una zona pobre y deprimida laboralmente a una de las más ricas de Castilla y León.

Cómo se ha llevado a cabo la demolición

Para la voladura de las dos torres se han utilizado 1.176 barrenos y otros 100 para la chimenea, completando un total de 224 kilos de explosivo, que se han colocado en los pilares de las torres y en la base de la chimenea mediante taladros distribuidos para dirigir la caída en la dirección deseada.

También se ha fijado un radio de seguridad de 400 metros desde cada una de las estructuras, al tiempo que las detonaciones se han realizado de forma secuenciada en las dos torres y en la chimenea para minimizar la vibración del terreno y las proyecciones de material.

Del mismo modo, para minimizar la afección del polvo derivado de la explosión se han instalado en el perímetro de las torres y en la chimenea sistemas de irrigación y nebulización de agua, funcionando incluso en el momento de la detonación.

Fue en junio de 2020 cuando la central térmica de Compostilla dejó oficialmente de estar operativa. No obstante, en este momento ya solo disponía de tres grupos, con una potencia que sumaba 1.057,7 megavatios y que habían entrado en funcionamiento entre 1972 y 1985. A mayores había otros dos grupos más antiguos que estaban en proceso de desmontaje, después de haber estado en servicio desde comienzos de los años 60.