La compañía japonesa Nissan anunció el cierre de su planta de montaje de Barcelona, la última que tenía en Europa. La decisión ha afectado a 3.000 trabajadores y otros 20.000 empleos indirectos.

La planta ya había presentado un plan de reestructuración a principios de este año y los trabajadores se encuentran en este momento en un ERTE que afecta a algo más de la mitad de la plantilla. Todavía es una incógnita en qué plazo se pretende llevar a cabo el cierre y si se intentará buscar una alternativa: otro fabricante que se haga cargo de las instalaciones. 

Paralelamente, Alcoa, una de las empresas más importantes del sector del aluminio a nivel internacional, tiene pensado cerrar su planta de San Cibrao, en Cervo (Lugo) debido a la situación "insostenible" de la fábrica. Esto afectaría a 534 trabajadores que se encuentran en esta planta de aluminio primario. 

Los trabajadores afectados de ambas empresas han montado manifestaciones para protestar sobre los despidos. El pasado jueves, un millar de trabajadores de Nissan se concentraron alrededor de la planta de la Zona Franca de Barcelona y se quedaron en la puerta principal a modo de protesta. Los trabajadores salieron de un aparcamiento de la planta ubicado en la calle Cuatro, que fue cortada para luego cortar también la calle E.

 

 

 

Por su parte, los trabajadores de Alcoa organizaron una caravana de vehículos en el polígono industrial de A Coruña en señal de protesta que llegó ya a la ciudad.