España ha entrado de lleno en el veranillo de San Miguel, esa época del año en la que el recién nacido otoño se da un respiro y deja hueco aún a los últimos ramalazos del estío. La coletilla que se le añade se debe a que esta época de más calor otoñal se registra a finales del mes de septiembre, coincidiendo con la citada onomástica el 29 de este mismo mes. Lo cierto es que estos trazos estivales se están notando con firmeza esta semana, disparando los termómetros en ciertas áreas peninsulares hasta niveles próximos al mes de agosto y de julio. Desde la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) han advertido no sólo del incremento térmico, que en algunas zonas del país se llegará a la frontera de los 35ºC, sino también de la carestía de precipitaciones.

El portavoz de la Agencia, Rubén del Campo, avisó este pasado lunes de que las temperaturas del país subirán de forma generalizada y progresiva a lo largo de esta semana; abriendo una fuerte brecha entre los valores máximos y mínimos de los días. La tónica general de este martes será la estabilidad, con la práctica totalidad de los cielos del país despejados, aunque la presencia de un frente atlántico de no excesiva actividad avanza por el extremo norte y permitirá la formación de nubes en Galicia durante las primeras horas del día. En cambio, pese a la baja probabilidad, lluvias débiles y dispersas amenazan el litoral cantábrico, especialmente en áreas del interior de Cantabria y Asturias.

Los mercurios no registrarán una variación tan marcada con respecto a la jornada del lunes, pues las máximas superarán con creces los 25 grados centígrados en el conjunto de la Península y los valores estarán en torno a los 30ºC en la mitad sur. En territorios del interior de la cornisa cantábrica, las máximas decaerán, mientras en el interior del tercio oriental peninsular y en las islas Canarias experimentarán un ligero ascensos. Las temperaturas mínimas se suavizarán en el noroeste peninsular, al contrario que la tendencia prevista para el resto del país, especialmente en el tercio norte y en la Meseta.

Según el portavoz de la AEMET, Rubén del Campo, los valores crecerán de forma ligera pero progresiva a partir de la segunda mitad de la semana. El ambiente será cálido, habida cuenta de la época del año en la que se encuentra el país y con especial atención al interior peninsular y durante las horas centrales del día. A partir del jueves se superarán los 25ºC, mientras que en puntos del nordeste y la mitad sur el mercurio podría dispararse por encima de los 30 grados centígrados, con visos incluso de superar los 34 en el Valle del Guadalquivir. Este incremento térmico llegará acompañado de cielos poco nubosos y ausencia de precipitaciones, aunque la influencia de frentes podría afectar a los cielos del extremo norte con lluvias débiles y puntuales en el noroeste, concretamente en Galicia.

Es posible que a finales de esta semana de veranillo de San Miguel se esboce un escenario de altas temperaturas propiciadas por la estabilidad atmosférica que ha configurado una dorsal de altas presiones; la cual garantiza cielos poco nubosos y que impida la mezcla en la masa de aire. Así las cosas, el sol calienta con eficacia la superficie terrestre. En paralelo, en la vorágine de esta dorsal, se pueden desarrollar fenómenos de subsistencia que consistan en una caída del aire desde niveles medios y altos de la troposfera hasta zonas más bajas, por lo que la masa se comprime y se calienta en su ciclo, según ha explicado el portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología. Esta sucesión de fenómenos se enmarca en una masa de aire muy cálido para la época que alcanzará el entorno geográfico de la Península que procede de bajas latitudes.

¿Qué es el veranillo de San Miguel?

Como decíamos al inicio, el “veranillo de San Miguel” es una expresión que siempre se escucha pero casi nunca se sabe su significado fidedigno. En este caso, la explicación es más que sencilla. Este suceso no es si no un fenómeno meteorológico que tiene lugar en los primeros días del otoño. Es decir, en la última semana del mes de septiembre, que coincide con la onomástica del santo que le coloca la coletilla, celebrado el día 29 del mismo mes.

Como suele ocurrir en estos casos, la coletilla varía en función de las zonas de España. También se le puede conocer como “veranillo del membrillo”, al coincidir también con las fechas en que esta fruta está preparada para recolectarse. Este fenómeno dura una semana y viene de la mano de temperaturas cálidas tras varios descensos térmicos encadenados; en este caso, después de varias DANA que han dejado lluvias en la totalidad del país. No obstante, no existe una explicación concreta para este suceso, sino que se enmarca en la transición entre las dos estaciones del año y lo que actualmente se ha rebautizado como veroño.