Tras semanas de debate en el Consejo General de Poder Judicial (CGPJ), el nombramiento del progresista Rafael Mozo tras la dimisión de Carlos Lesmes parece que podía traer paz al órgano jurídico. Sin embargo, se produce ahora un nuevo escollo en el camino en forma de petición. El vocal Wenceslao Olea ha solicitado que se suspenda la elección del nuevo presidente del CGPJ y ha tachado de "ilegal" la misma elevando, incluso, el hecho al Supremo.

Semana clave para el CGPJ

La semana pasada fue clave para la Justicia española. La sucesión de acontecimientos empezó con la dimisión de Lesmes -que venía sonando con bastante anterioridad- por la falta de acuerdo por parte del PP y PSOE para renovar el CGPJ. Inmediatamente después llegó la reunión entre los principales líderes de los dos partidos, Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo. El segundo acudió invitado por el primero a Moncloa para tratar de desbloquear la situación. Los políticos celebraron “avances” que, en la práctica, no convertían en mucho más sostenible la situación.

Ya el jueves, el gallego pidió al líder del Ejecutivo un acuerdo “por escrito” en el que se comprometiera a reformar el sistema de nombramiento de los vocales del CGPJ, rechazado por Sánchez al considerar que la renovación del órgano y la reforma legislativa que pide el PP no se pueden estar relacionadas.

Con todo sobre la mesa, el mismo día 16 vocales del organismo sacaron adelante el nombramiento de Mozo. Olea no es el único que ha elevado el hecho al Alto Tribunal, también el secretario general del Consejo General del Poder Judicial, Luis de Benito, ha seguido a su compañero. Ambos han pedido al TS la suspensión de la elección de Mozo. Lo han hecho por separado y ante lo contencioso-administrativo.

CGPJ dividido

En su decisión justifican que el pleno “carece de competencia” para realizar dicho nombramiento “con independencia de quién ejercita la presidencia del Supremo” ya que “no pueden existir bicefalias en el actual sistema legal”.  Los dos protagonistas, en la línea de Lesmes, consideran que el liderazgo del Tribunal y del órgano de gobierno de los jueces deberían pasar de forma “automática” al presidente de la Sala Primera del tribunal, en este caso Francisco Martín.

El recurso, eso sí, se mantiene ahora a la espera de que el Supremo considere si lo admite o no a trámite. Así las cosas, hay quienes consideran que el nombramiento es dudoso mientras que otros se reconocen convencidos de que el recurso de Olea y de Benito será inadmitido porque no tiene cabida en esta ocasión el ir por la vía contenciosa-administrativa.