El excomisario, José Manuel Villarejo, principal imputado en el caso Tándem se ha erigido como una pieza fundamental dentro del sumario de la operación Cataluña que se investiga en Andorra, y en la que una magistrada instructora ha imputado al expresidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y a los exministros Cristóbal Montoro y Jorge Fernández Díaz. En dicho sumario, al que ha tenido acceso ElPlural.com, aparecen unas notas informativas de Villarejo fechadas en 2014, en las que el entonces policía narra las presuntas ilegalidades cometidas por el exjefe de Asuntos Internos, Marcelino Martín Blas, en Andorra y que han servido como base de la querella de Higini Cierco, presidente de Banca Privada d'Andorra (BPA).

Sin embargo, como todo lo que rodea a Villarejo, no es oro todo lo que reluce, ya que esas notas informativas que acompañaban la querella, y que el excomisario ha dicho que son suyas, aparecieron por primera vez en 2016 cuando Cierco presentó la querella en el juzgado. Los investigadores del caso Tándem en España, donde Villarejo es el principal imputado no sabían de su existencia. Es más, no entraron en la causa hasta el año pasado cuando una copia se incautó en un registro en la celda del expolicía.

De hecho, las fuentes de la investigación consultadas por ElPlural.com afirman que “los investigadores creen que son falsas, y creadas ad hoc por Villarejo para que los Cierco puedan recuperar parte del dinero que perdieron tras la intervención de la BPA”.

Esas mismas fuentes explican que “no tiene lógica decir que se creó información falsa para presionar y conseguir los datos bancarios de los Pujol, y que esa maniobra hizo caer la BPA. Todo lo que BPA entregó de los Pujol fue voluntario, a través de comisión rogatoria del juzgado e investigado por la UDEF. EEUU emitió el informe no solo basándose en el posible blanqueo de esta familia, sino también de las mafias rusa y china”.

La cuestión fundamental para esta causa y, por ende, el futuro judicial de Rajoy, Fernández Díaz y Montoro, es que habrá que averiguar si las notas internas de Villarejo que, según él, se las entregó a sus superiores en el Cuerpo Nacional de Policía son reales o, como creen los investigadores, creadas solo con el fin de ayudar a los Cierco. Si se demuestra que son reales, Rajoy tendría problemas muy serios. Si, por el contrario, no son auténticas, el futuro judicial de los expolíticos del PP quedaría prácticamente despejado.

Las notas

Pero pese a las sospechas, la realidad es que hay una causa abierta en Andorra y que su pilar fundamental son las notas de Villarejo. La primera nota, de 1 julio del 014, narra que la familia Pujol ha desviado dinero al Principado y dice que, “dadas las graves dificultades que el proceso de identificación de cuentas de los Pujol está propiciando, sería aconsejable continuar con los contactos de los responsables de Banca Privada Andorrana, a fin de mejorar, la hasta ahora, remisa actitud a la colaboración (…)”.

Sin embargo, una segunda nota, fechada tres días después, asegura que “por instrucciones recibidas de la superioridad, se elaboró la nota informativa 1.7.14 como maniobra de distracción para evitar que se detectaran a los que en realidad consiguieron datos de BPA que vinculan al clan Pujol”. Es decir, Villarejo afirma que se inventó la nota donde explicaba quién y cómo sabana la información de los Pujol en BPA por “órdenes” de un superior.

Asegura el excomisario que “no solo se cambió la nomenclatura del formato habitual de las notas, sino que se pidió que se hiciera una mención a una unidad especial de inteligencia, perteneciente a la Dirección Adjunta Operativa (DAO), (…) que nunca llegó a constituirse”, y añade que él nunca ha pertenecido a esa unidad y que no ha utilizado medios del Estado, más allá de un teléfono móvil.

Y es en esa segunda nota cuando Villarejo arremete sin piedad contra el que fuera jefe de Asuntos Internos: “Un ejemplo clarificador de que se estarían realizando actividades en modo alguno compatibles con la función policial que la Constitución Española tiene asignada al CNP, es que el comisario Marcelino Martín Blas, jefe de la Unidad de Asuntos Internos (UAI) estaría realizando con total desprecio a la legalidad de un país amigo como es Andorra, bajo la cobertura de estar trabajando a las exclusivas órdenes del director general de la Policía y, según él ha manifestado, contando con el apoyo total del Centro Nacional de Inteligencia (CNI)”.

En su nota, José Manuel Villarejo acusa a Martín Blas de contactar con el agregado de Interior de la Embajada de España en Andorra, Celestino Barroso, para que se pusiese en contacto con Higini Cierco, uno de los dueños de la BPA para conseguir información sobre los Pujol, pero también sobre líderes independentistas.

Así, a lo largo de la nota narra lo que posteriormente Cierco denunció ante la Justicia del Principado. Una casualidad que desde las fuentes de la investigación española achacan a un “conchabeo” entre los Cierco y el propio Villarejo.