El magistrado Manuel García-Castellón, instructor del caso Kitchen hizo este martes dos autos aparentemente contradictorios. Uno de ellos recogía que no investigará a la Exsecretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, pese a la petición de la Fiscalía Anticorrupción para que la impute tras los nuevos audios hechos públicos con Villarejo. En su resolución, el juez explica que la petición que se formula por parte del PSOE y del Fiscal es legítima pero ya fue descartada en su día, no “porque se pretendiera cerrar el procedimiento sino porque se pudo constatar (y así se explicó) que no había indicios que sustentaran los delitos que se pretendían investigar, y en consecuencia las diligencias que solicitaron eran impertinentes, en términos de conexión con el objeto de la causa, pues lo desbordaban claramente, por lo que su adopción habrían supuesta ampliar artificiosamente una investigación para adentrarse en el terreno de la prospección como señala una reciente resolución de la Sala”.

Lo que sí hará el juez es incoar una nueva pieza separada, la número 34, para incorporar las publicaciones aparecidas en medios de comunicación y otros canales de difusión pública de datos relacionados con la investigación en el marco de la llamada operación Tándem para, en su caso, requerir esta información al medio que corresponda para su unión al procedimiento.

Cospedal

El auto añade que lo que se pretende por la representación del PSOE sin concretar el “cómo” y aun a pesar de la firmeza del auto de pase a procedimiento abreviado. Según el juez, “es una suerte de retroacción a la fase sumarial interesando la práctica de determinadas diligencias de investigación y la imputación de la Sra. De Cospedal como resultado de la aparición sobrevenida de hechos (nuevos) que, en esencia, se reducen a la publicación en diversos medios de comunicación de pistas de audio (aparentemente) vinculadas al investigado José Manuel Villarejo Pérez, que no obran en las actuaciones”.

El instructor señala que una vez examinadas las actuaciones no se aprecia la existencia de hechos nuevos que justifiquen dejar sin efecto el auto firme del pasado 29 de julio. Por el contrario, añade, “los elementos aportados no hacen más que corroborar extremos ya referidos en el relato de hechos del auto de 29/07/2021, confirmando la existencia de la trama en los términos fijados en la resolución”.

En la misma línea, el juez afirma que el sustento de la petición de imputación se reduce casi de forma nuclear a unos minutos de un corte de audio del que se desconoce no solo su origen, si no cualquier circunstancia y contexto. “Sobre la base de una afirmación realizada por la Sra. Cospedal se efectúa la inferencia a la que se llega por las acusaciones, conclusión que no se puede compartir con un mínimo de rigor profesional”, concluye.

De igual forma, el magistrado considera que “no existen razones que justifiquen el ejercicio de acciones penales contra la Sra. Cospedal”, respecto de quien se acordó el sobreseimiento, ni tampoco la retroacción a la fase de diligencias previas acordando nuevas diligencias de investigación. Los audios aportados, continúa el auto, merecen la misma valoración que la efectuada en su día en el auto de pase a procedimiento abreviado respecto a otros audios consignados en un oficio de la Policía “debiendo remitirnos a los argumentos allí expuestos”.

“Este instructor de forma reiterada ha hecho mención en diversas resoluciones respecto a la insuficiencia indiciaria que en el proceso penal supone sustentar acusaciones sobre la base de grabaciones troceadas, descontextualizadas y de ignota procedencia. Además, debe recordarse que las posibles reuniones de la Sra. Cospedal con el sr. Villarejo ya fueron objeto de valoración en el auto de 29 de julio y no constituyen, por sí, infracción penal alguna”, aclara.

La decisión de Anticoprrupción de solicitar la imputación de Cospedal, ahora rechazada por el juez, viene determinada por los nuevos audios con el excomisario Villarejo en los que hablaban de destruir pruebas contra el PP como, por ejemplo, la agenda del extesorero del partido, Luis Bárcenas. Es más, en la transcripción enviada por Anticorrupción, incluso se llega a mencionar, hasta en nueve ocasiones, al expresidente del Gobierno, Mariano Rajoy.

Tema de la “hostia”

En otro momento de la conversación mantenida entre Cospedal y Villarejo hacen referencia a un posible tema contra la formación liderada por Pablo Iglesias. Villarejo le cuenta que en 2014 había “un segundo tema de la hostia” que les había contado “un coronel del servicio secreto venezolano”. Al parecer, y según el expolicía, el tema estaba vinculado con “unas actas donde había reuniones de ETA con el servicio secreto cubano y con los de Podemos” en Venezuela. Cospedal, muy atenta a la explicación, tilda el asunto como de “una bomba”.

Y es entonces cuando, Villarejo, recogiendo el calificativo de Cospedal dice: “Esa bomba, cuando yo se lo dije a esta gente, Paco (Refiriéndose a Francisco Martínez, en aquel número dos del Ministerio del Interior) se cagó. Paco, pobrecico, buena gente y tal…”. “Pero yo eso sí lo quiero”, dice Cospedal.

Además de lo anterior, los audios que afectan a Cospedal son dos. En el primero, Cospedal le pregunta a Villarejo por la famosa libreta de Luis Bárcenas en la que tenía apuntados los sobresueldos de dirigentes populares:

Cospedal: "Oye, y la famosa libretita, ¿tú crees que la sacarán?"

Villarejo: "Yo, la libretita… a mí no me ha dicho… he hablado con los dos esto…"

Cospedal: "Es que Inda se lo va contando a quien lo quiere oír".

Villarejo: "Ya, pero a mí la famosa libretita que él dice que tal, él lo que me ha dicho es que tiene fotocopia de algunas hojas que el otro le ha enseñado, que no se las ha llegado a dar, el abogado. O sea, que lo de la libretita no la tiene físicamente, ¿eh? Ni siquiera Inda, creo, por lo que me ha dicho. ¿Qué va por ahí contando cosas? Es que es un bocazas".

En esos mismos audios, también se escucha como Villarejo le ofrece a la entonces secretaria general del PP una solución para evitar, en lo sucesivo, informes duros contra el PP y el Gobierno de Mariano Rajoy, como los que redactaba el inspector Morocho.

Villarejo: “Había una oportunidad tremenda, tremenda y era haber ascendido a dos del grupo de este tío, que son los que hacen todos los informes, y son tres años fuera. Y han suspendido el ascenso, es que de verdad. Hay uno que es subinspector, que ascendía a inspector, y se presenta y el hombre lo suspende, y es el que hace el 40% de los informes.”

Cospedal: “Es una cosa…”

Villarejo: “Y claro, cuando se lo volví a recordar a Paco y me decía, “Joe, estoy a mil cosas”, y le decía, claro, tú estás a mil cosas, y estás muy arriba, pero para eso tienes que tener a un comisario general que fuera de tu confianza, y no un tonto que… y dice, no, es muy buena persona, tal. No, si buena persona somos todos, pero…”

Cospedal: “Sí, claro, pero es que…”

Villarejo: “Total, que ha perdido una oportunidad tremenda porque ahora hasta el año que viene no hay otros exámenes de eso.”

Cospedal: “Ya.”

Villarejo: “Y es una forma sutil de no largar a un tío, ascenderlo, coño.”

Cospedal: “Totalmente.”

En la segunda grabación se evidencia que la relación entre ambos era mucho más fluida y personal de lo que la exdirigente del PP reconoció en sede judicial cuando estaba imputada ya que, en una conversación con Villarejo, Cospedal llega a llamar “hijo de puta” al exlíder de Podemos, Pablo Iglesias. El excomisario le dice a Cospedal que Pablo Iglesias quiere conocerlo pero que él no le hace “ni puto caso”, mientras añade sobre el ex vicepresidente: “El Coletas es un hijo de puta”, a lo que Cospedal le responde que es “un hijo de puta en toda regla”.

Más tarde, hacen referencia a un posible tema contra la formación liderada por Iglesias. Villarejo le cuenta que en el año 2014 había “un segundo tema de la hostia” que les había contado “un coronel del servicio secreto venezolano”. Al parecer, y según el expolicía, el tema estaba vinculado con “unas actas donde había reuniones de ETA con el servicio secreto cubano y con los de Podemos” en Venezuela. Cospedal, muy atenta a la explicación de Villarejo, tilda el asunto como de “una bomba”.

Y es entonces cuando, Villarejo, recogiendo el calificativo expresado por Cospedal dice: “Esa bomba, cuando yo se lo dije a esta gente, Paco (Refiriéndose a Francisco Martínez, en aquel número dos del Ministerio del Interior) se cagó. Paco, pobrecico, buena gente y tal…”. “Pero yo eso sí lo quiero”, dice Cospedal.