Gerardo Díaz Ferrán, expresidente de la patronal española (CEOE), amigo del Partido Popular -especialmente de Esperanza Aguirre-, que pidió bajadas de sueldos para los trabajadores y aumento de jornada laboral mientras él vaciaba sus empresas para no pagar las deudas y se compraba áticos de lujo en Manhatan, sigue en la cárcel de Soto del Real, donde también está su amigo Miguel Blesa, expresidente de Caja Madrid e investigado -entre otras cosas- por un crédito millonario que concedió a Ferrán. Este viernes se ha conocido la primera sentencia de uno de los múltiples procesos judiciales a los que se enfrenta la quiebra y el alzamiento de bienes de viajes Marsans.

Condenado a 15 años de inhabilitación
La titular del Juzgado de lo Mercantil número 12 de Madrid, Ana María Gallego, ha condenado a Díaz Ferrán a 15 años de inhabilitación lo que le impide "administrar bienes ajenos" o "representar o administrar a cualquier persona" por llevar a la quiebra el grupo Viajes Marsans, exactamente por el concurso de acreedores, un caso diferente de la Operación Crucero por la que el empresario está en prisión preventiva desde el pasado 5 de diciembre, operación que investiga el vaciamiento patrimonial de la empresa para no pagar las deudas y que está investigando la Audiencia Nacional. Por este segundo caso se impuso inicialmente la fianza más alta de la historia de España a Ferrán, 10 millones de euros, que ha sido rebajada en sucesivas ocasiones hasta quedarse en los 5 millones de euros.

Pagar los 400 millones de agujero
El ex presidente de la CEOE, los herederos de su socio Gonzalo Pascual (fallecido hace un año), y su hombre de confianza Ángel Cabo, tendrán que hacer frente al agujero económico que dejó el grupo y que asciende a unos 400 millones de euros. Entre la larguísima lista de acreedores se encuentran Hacienda y la Seguridad Social, organismos a los que adeudan más de 30 millones de euros. En la sentencia se dice textualmente que los antiguos propietarios de Marsans están obligados "a cubrir en su integridad el déficit patrimonial de Viajes Marsans". Además condena a Díaz Ferrán a la pérdida de derechos que pudiera tener como acreedor concursal de la empresa.

Retrasar el concurso de acreedores agravó la situación
En la sentencia la juez Ana María Gallego sostiene que viajes Marsans estaba ya "en causa de disolución, al menos desde las cuentas anuales del ejercicio 2008/2009, e incluso, desde el 31 de diciembre de 2008", pero sus propietarios no presentaron concurso de acreedores hasta junio de 2010. Durante ese tiempo Díaz Ferrán intentó negociar con los acreedores, pero al mismo tiempo se dedicó a sacar dinero de la empresa, porque durante más de un año se registraron salidas de tesorería como por ejemplo 198 millones de euros que se sacaron del balance de Marsans para pasar a otra sociedad de Ferrán, Teinver, acciones que "agravaron la insolvencia de la concursada".

Según los administradores concursales, Viajes Marsans tiene un agujero patrimonial de 373 millones de euros, cifra que no incluye los créditos, y tiene 11.409 acreedores. Ferrán y los herederos de Gonzalo Pascual tienen 20 días de plazo para recurrir la sentencia.