La exministra de Justicia Dolores Delgado ha defendido este jueves dicha condición durante su comparecencia ante la Comisión de Justicia, que tiene que valorar su idoneidad como fiscal general del Estado, frente a las duras críticas que ha suscitado su elección por el Gobierno de Pedro Sánchez. "No es una debilidad sino una fortaleza", ha manifestado, para insistir en que el actual sistema "preserva la autonomía y la imparcialidad" del Ministerio Fiscal.

Delgado ha empleado su discurso inicial en la Cámara baja a defender con firmeza su 'currículum' de 30 años como fiscal de carrera, donde se especializó en la lucha contra el narcotráfico y llegó a ser la coordinadora de Terrorismo en la Audiencia Nacional. Se ha descrito como "funcionaria de carrera" y ha destacado la especial importancia de la figura del fiscal en la protección de las víctimas.

También ha defendido el sistema de elección de fiscal general del Estado que consagra tanto la Constitución como el Estatuto del Ministerio Fiscal, en el que participan los tres poderes del Estado. En este punto Delgado ha comparado la legislación española con la de otros países europeos o la de EE.UU. en los que su homólogo en el cargo en directamente nombrado por el jefe del Ejecutivo o forma parte del mismo.

La "injusta sospecha continua"

Además, ha lamentado que se reduzca la labor de la Fiscalía a una "injusta sospecha continua" por el hecho de que el fiscal general sea nombrado a propuesta del Gobierno y se ha referido al principio de jerarquía como una "herramienta de la unidad de actación de los fiscales".

No obstante, y lejos de pensar en la Fiscalía como un "colectivo robótico" ha manifestado que este colectivo no realiza su labor "a la orden de un mando único", sino que son "capaces de asumir las mas complejas responsabilidades" tanto ante la sociedad como ante la propia jerarquía interna de la institución, a través de los mecanismos de discrepancia con las órdenes de los superiores.