La exministra de Justicia Dolores Delgado se somete este jueves a examen en el Congreso para, en su caso, certificar que cumple los requisitos que se exigen para ser nombrada fiscal general del Estado, cargo para el que se ha sido propuesta por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

Este examen es el último trámite legal para acceder al cargo de fiscal general del Estado y no se aventura pacífico, dado el recelo que despertó su elección, tanto por el hecho inédito de que la candidata salte directamente del Ministerio de Justicia a la Fiscalía General como por la difusión de las grabaciones de una conversación que tuvo lugar en 2009 en un restaurante donde compartió mantel con el comisario jubilado José Manuel Villarejo, en prisión por orden de la Audiencia Nacional.

De hecho, el análisis de los requisitos formales para su nombramiento que tuvo lugar el pasado 16 de enero en el Congreso General del Poder Judicial (CGPJ) distó mucho de ser un mero trámite, provocando la ruptura del órgano de gobierno de los jueces con un aval que obtuvo doce votos a favor y siete en contra.