La Audiencia Nacional tomará declaración esta semana a otros diez investigados en la Operación Titella por la supuesta estafa que la red que presuntamente encabezaba el productor televisivo José Luis Moreno habría realizado a distintas entidades bancarias para obtener financiación.

El titular del Juzgado Central de Instrucción Número 2 ha citado a los integrantes que se habrían encargado supuestamente de acudir a las sucursales y, también, a los empleados de las mismas que habrían colaborado con la organización a la hora de realizar los ingresos.

Esta nueva ronda se iniciará el martes a las 08.45 horas con la declaración de Javier Rumbo, a quien los investigadores sitúan como director de la oficina del Banco Santander en el Paseo de la Florida de Madrid. La policía judicial considera acreditada no solo la participación directa de este empleado en las operaciones fraudulentas de los investigados, sino también una actuación en su propio beneficio y el de sus amigos.

Así, Rumbo habría concedido financiación a la organización a sabiendas de la actividad fraudulenta de esta, participando incluso en la confección de la documentación contable como balances o impuestos de las sociedades para asegurarse que se les iba a conceder la financiación.

Los colaboradores

En un escalón inferior al de Rumbo los investigadores sitúan a Luis Peña, director de una oficina de Caja Rural de Soria en Torrejón de Ardoz, Miguel Méndez como director de la sucursal de Caixabank en la calle Pedro Laborde y Alejandro Aragonés, un empleado del mismo banco en Paterna, en Valencia.

A todos ellos se les sitúa como colaboradores necesarios, empleados de banca captados por la organización y encargados de conseguir financiación, así como de encargarse de los ingresos en efectivo y de pagarés.  

Ya el miércoles el juez seguirá poniendo el foco en la estrategia seguida desde la red para obtener financiación. Lo hará escuchando la declaración de José Luis Meseguer y Luis Ochoa, presuntos receptores de toda la documentación requerida por las entidades bancarias para la consecución de la financiación.

Ambos serían además los encargados de contactar con los bancos, agendar las entrevistas de los testaferros con los directores de las entidades y preparar las visitas a las sedes de las sociedades cobrando una comisión por cada una de las gestiones.

Una estafa de 85 millones de euros

La Fiscalía calcula que la organización criminal que supuestamente encabezaba el ventrílocuo habría estafado un total de 85 millones en diferentes bancos. Según un informe del Ministerio Público de octubre de 2020, se trata de 26 personas que se dedicaban a obtener dinero procedente de entidades bancarias "por medio del conocido sistema del peloteo de cheques o pagarés".

Añade que también lo obtenían "por medio de la concesión bajo engaño, o en connivencia con empleados de las mismas, de líneas de crédito". Una vez tenían en su poder el dinero en metálico, lo transferían a terceros que justificaban ese desplazamiento por medio de facturas falsas