Malas noticias para el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont. La decisión del Tribunal Supremo de mantener a los principales condenados el tipo agravado de la malversación, pese a la reforma del delito que, en determinados casos, reducía las penas, no solo impedirá a Oriol Junqueras presentarse a unas elecciones hasta el año 2031, sino que aboca a Puigdemont a enfrentarse a una condena, si es extraditado, de 12 años de prisión y 20 de inhabilitación.

El tipo agravado de este delito, conlleva penas de entre cuatro y ocho años de prisión, que se pueden elevar hasta los doce si el dinero malversado supera los 250.000 euros, así como penas de inhabilitación de entre 10 y 20 años. En el caso de Puigdemont se cumplen todos los parámetros legales para que pueda ser condenado a estas penas tan elevadas aunque ya no exista la sedición como tal.

cambios de delito

¿Pero por qué ha sucedido esto? Básicamente porque la Sala II del Alto Tribunal, como ya anticipaba en su auto el magistrado instructor, Pablo Llarena, mantiene ese tipo agravado aplicando la parte del articulado que hace referencia a que, cuando el montante supere los 50.000 euros y “exista entorpecimiento o daño al servicio público”, se aplicará el tipo agravado.

Así, el artículo que dice: “que la autoridad, que sin estar comprendido en los artículos anteriores diere al patrimonio público que administrare una aplicación pública diferente de aquella a la que estuviere destinada”, se le aplicará una pena de 1 a 4 años de prisión e inhabilitación de 2 a 6 si hubiera entorpecimiento grave del servicio al que estuviere destinado ese dinero, y de 1 a 3 si no hay ese entorpecimiento, que era el que querían los independentistas no podrá ser aplicado en el caso del Procés.

Ahora, van por el tipo agravado, y los ya condenados tenían como delito más grave la sedición, y la malversación iba en concurso ideal, por lo que se aplicaba la inhabilitación del delito ‘principal’ que es menor que la malversación. Sin embargo, al eliminar la sedición del Código Penal, es la malversación el delito más grave. Y es ese hecho, precisamente, el que conlleva que la condena por inhabilitación para Puigdemont, en caso de ser condenado, vaya a ser mucho más elevada que la de su exvicepresidente. Y en cuanto a los años de cárcel, pues aunque ahora ya no haya sedición, las penas del delito de desórdenes sumado al de la malversación, elevarían la condena de Carles Puigdemont hasta los 12 años de prisión, tan solo uno menos que Junqueras.