La Unión Progresista de Fiscales (UPF) se ha hundido en las últimas elecciones al Consejo Fiscal. De hecho, la debacle ha sido de tal calado que sus dos únicos consejeros han sido los menos votados incluso por debajo del representante de la Asociación Profesional e Independiente de Fiscales (APIF), Salvador Viada. Las fuentes de la carrera fiscal consultadas por ElPlural.com han explicado que los sucedido en las elecciones ha sido “un plante ante la forma de actuar de la fiscal general del Estado, Dolores Delgado”, cuya gestión de la carrera, en especial en materia de nombramientos, ha estado constantemente en la picota, llegando a ser su gestión tachada de 'clientelista' dentro incluso de su propia asociación.

Con estos resultados, Delgado ha perdido el control del Consejo Fiscal, cuyas decisiones no son vinculantes, pero sí son el fiel reflejo del pensamiento de la carrera fiscal. A Delgado se la ha acusado, sobre todo desde la AF, de realizar nombramientos para cargos importantes de personas afines. De hecho, el Supremo tumbó recientemente uno de esos nombramientos por falta de motivación, en concreto el del fiscal de Sala de Menores, Eduardo Esteban Rincón.

La votación

En cuanto a los nuevos miembros del Consejo Fiscal, la Asociación de Fiscales ha arrasado con seis nuevos consejeros, frente a los cinco que tenía. En orden de votos, los nuevos representantes de la AF son Jorge Andújar, fiscal anticorrupción que ha obtenido 1.216 votos; la fiscal jefa de Cuenca, Isabel Gómez, con 1.091 votos; Eva María Más, fiscal en Sevilla; Miguel Rodríguez Marcos procedente de la Fiscalía de Asturias con 1.076 votos; el fiscal jefe de Criminalidad Informática de Barcelona, Roberto Valverde con 1.072 votos y la fiscal jefa de Las Palmas, Beatriz Carreras, que ha obtenido 993 votos.

La sorpresa ha saltado con Salvador Viada, actualmente fiscal del Tribunal Supremo. Viada ha conseguido su plaza con 552 votos. Esta votación es la primera en muchos aspectos: es la primera vez que la UPF solo consigue dos plazas, pero también es la primera que el reparto de sillas no se divide entre la AF y la UPF, y la persona que lo ha conseguido es Salvador Viada por la APIF.

La debacle de la asociación a la que históricamente ha pertenecido Dolores Delgado ha sido de tal calado que, no solo son los segundos peores resultados de su historia, en los 90 tuvieron un solo representante, sino han pasado de cuatro a dos consejeros, sino que, además, sus representantes electos han sido los menos votados de todos. Santiago Mena, fiscal superior de Castilla y León se ha quedado con tan solo 498 votos; mientras que Yolanda Órtiz, la delegada de Medio Ambiente de la Fiscalía de Sevilla ha entrado con 445.

Las mismas fuentes explican que la entrada de Viada era un secreto a voces. Este fiscal ha sido uno de los más combativos durante los últimos años, sobre todo con el caso Stampa, el que afecta al exfiscal Anticorrupción, Ignacio Stampa, donde Viada ha sido el representante del Ministerio Público más crítico con la presunta ‘caza de brujas’ supuestamente auspiciada por Delgado y su mano derecha, el jefe de la Secretaría Técnica, Álvaro García.

Lo peor para Delgado

Estos resultados son los peores que Dolores Delgado podía esperar porque, con ellos, pierde el control del Consejo Fiscal. Hasta ahora, contaba con sus cuatro consejeros, su propio voto y el de los miembros natos, la teniente fiscal, María Ángeles Sánchez Conde; y la jefa de la Inspección, María Antonia Sanz Gaite, ambas cercanas a Delgado. Es decir, contaba con siete votos frente a los cinco de la Asociación de Fiscales. Ahora las tornas cambian, pues entre la AF y la APIF suman esos siete votos con los que contaba con anterioridad Delgado, dejándola de facto en minoría en cada una de las votaciones.

Este hecho es un problema, y muy serio, para ella, pues el Consejo Fiscal es el contrapeso a la fiscal general del Estado y, además, aunque no sea de forma vinculante, es el encargado de informar sobre los cambios legislativos, los nombramientos o los expedientes disciplinarios de la carrera.