La sala de la Audiencia Nacional que juzgará la pieza del caso Gürtel de Boadilla ha enviado una providencia al exalcalde de este municipio, Arturo González Panero, para que se “manifieste” sobre si desea continuar con su letrado, Gustavo Galán, debido a que Galán es también el letrado de otra de las imputadas, Isabel Jordán, quien además de su clienta es su mujer. Fuentes de la Audiencia Nacional explican que enviaron dicha providencia porque podría existir un conflicto de intereses al ser un solo letrado para dos procesados.

Sin embargo, parece ser que el exalcalde de Boadilla, más conocido como el Albondiguilla, no tiene problemas con el hecho de que Galán sea su letrado y el de Isabel Jordán. De hecho, así lo ha manifestado en un escrito que ha enviado a la Sala y al que ha tenido acceso ElPlural.com.

Confesión

González Panero no tiene problema en quién sea su abogado habida cuenta de que ha enviado un escrito de confesión a la Sala. Con dicho escrito, el Albondiguilla tiene la intención de llegar a un acuerdo de conformidad con la Fiscalía Anticorrupción para recudir sustancialmente la pena de prisión a la que se enfrenta, que actualmente es 40 años de prisión.

En su escrito, El Albondiguilla asegura que a través de la empresa pública ESMV, de la que era presidente, “consentí el trato de favor al Grupo Correa, a cambio de recibir, las comisiones que luego se dirán”. Panero explica que su relación con Correa surge a través de José Galeote, quien era amigo del ‘cerebro’ de la Gürtel, Francisco Correa, por el contacto que ambos mantenían en la sede del partido en la calle Génova debido a los actos de Correa organizaba. Asevera que accedió a conocer a Don Vito por el miedo que tenía de no ir en listas en las siguientes elecciones.

Panero asegura que Francisco Correa no solo entraba en Génova como quería, sin necesidad de acreditación, sino que, también “tenía facilidad de contacto con el Palacio de la Moncloa”. Así comenzó una fructífera relación en la que los viajes a Miami para realizar inversiones fueron frecuentes.

La relación delictiva se fue incrementando hasta el año 2005”, fecha en la que asegura que rompió su relación personal y laboral con Francisco Correa, “sin que ello signifique que dejase de someterme a las intenciones de la organización, porque sus pretensiones eran desmedidas y ambiciosas, de manera que sus propuestas eran ya desproporcionadas e implicaban un mayor riesgo de exposición”. Como ejemplo de lo anterior, Panero habla de varios proyectos que se querrían amañar como el desarrollo del PGOU, un campus sanitario, el área comercial Banco Santander o un proyecto de residencias de ancianos.

Según el escrito, se habría logrado sustraer hasta 1,8 millones de euros en ‘mordidas’ procedentes de los amaños de los contratos. En el juicio estarán en el banquillo 27 personas y 13 empresas acusadas de los delitos de asociación ilícita, prevaricación, fraude a las administraciones públicas, tráfico de influencias, malversación de caudales públicos, falsedad en documento mercantil, cohecho, ilícitos contra la Hacienda Pública y blanqueo de capitales.