El Juicio en la Audiencia Nacional contra Manuel Murillo, acusado que proponer asesinar al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, así como de tenencia ilícita de armas, delitos por los que se enfrenta a 18 años de cárcel, ha declarado: “No tenía ninguna intención real, no se me pasaría por la cabeza, no soy un asesino”. También ha achacado todos los mensajes que envió a su adicción al alcohol y a los trankimazines. Murillo, en una declaración que ha rozado el surrealismo, no ha dejado de mencionar al periodista fetiche de la extrema derecha, Federico Jiménez Losantos, del que ha dicho que "lo escuchana porque Losantos es un patriota".

El hombre, al que la Mossos d’Esquadra le intervinieron un verdadero arsenal en su casa, ha afirmado, preguntado por los mensajes de WhatsApp en los que afirmaba querer asesinar a Sánchez: “No recuerdo exactamente haber mandado el WhatsApp, estaba cansado del trabajo, solo quería comer el menú y beber vino y orujo. Francamente no recuerdo, pero me dijeron algo cuando me detuvieron. Algo me dijeron, pero no lo pude leer, me quedé extrañado de porqué me habían denunciado. No he sido militar. Ni soy francotirador ni soy mercenario. Lo máximo que he tirado es a 50 metros, salvo cuando voy a cazar”.

También ha afirmado: “Yo mismo dije esto es de un loco, pero como bebía. Nunca he tenido ni delitos ni faltas. Nunca he sido un hombre de hacer nada. Si lo dije es porque me ensoñé yo mismo no entiendo haberlo dicho. Como bebía, hacíamos aquello como de broma con el grupo. Vivía solo y estaba angustiado como con soledad, lo hacíamos de broma. Me metieron en el grupo. No tenía ninguna intención real, no se me pasaría por la cabeza, no soy un asesino. Aunque lo hubiera dicho es porque estaba bebido. Todo esto es porque estaba bebido. Era como los poetas ingleses que bebían para hacer sus obras”.

Según su versión, solo quería desahogarse, porque “nunca tuve intención” de matar al presidente. Sobre Patricia, la mujer a la que le envió los mensajes, ha declarado que “debió pensar que estaba loco”, pero “yo no soy así”. Del grupo de WhatsApp en el que estaba, ha afirmado que eran amigos del club de tiro, todos de Vox, y que se mandaban mensajes “patrióticos”.

“Yo me metí en este lio porque no sabía lo que pasaba. Nunca he tenido intención real de matar a nadie. Cuando digo estás burradas tan grandes seguro que estaba bebido. Y con el trankimazin puede alucinar”, le ha explicado al fiscal del caso. El representante del Ministerio Público le ha preguntado que si estaba tan borracho cómo no hizo faltas de ortografía, a lo que el hombre ha contestado: “Pues igual que cuando conducía”.