Este 21 de diciembre es un punto y aparte para el mundo del fútbol. El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) ha emitido la esperada sentencia por el caso Superliga y liquida el monopolio de la UEFA, el máximo organismo rector de este deporte en el Viejo Continente. Se abre así un nuevo camino que supone un cambio histórico. Los clubes fundadores, con el Real Madrid de Florentino Pérez a la cabeza, tendrán total cobertura legal para edificar una súper competición internacional que puede acabar con la Champions. Así, la Justicia europea ha terminado con el "abuso de poder" no sólo de UEFA, sino también de FIFA, y ha dejado el camino despejado para la nueva competición, al impedir que estos organismos u otras federaciones impongan sanciones a los clubes adscritos. 

La sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea se asumía como un punto de inflexión que agitaría el mundo del fútbol, al estilo de la Ley Bosman en 1995. Así ha sido. La cascada de reacciones no ha dejado de sucederse después de que el TJUE, contra el criterio del abogado general de la UE, concluyera que el veto de UEFA y FIFA a la Superliga, impulsada por diversos clubes europeos, entre ellos el Real Madrid y el FC Barcelona, vulnera la legislación comunitaria. De hecho, en la lectura del dictamen se hace especial hincapié en el “abuso de poder” de los dos órganos rectores del fútbol a escala europea y mundial.

“Las normas de FIFA y de UEFA sobre la autorización previa de las competiciones de fútbol de clubes, como la Superliga, violan el Derecho de la Unión”, concluyen los magistrados de Luxemburgo sobre un litigio que amaga con revolucionar la industria futbolística. “Dichas normas son contrarias al Derecho de la competencia y a la libre prestación de servicios”, continúa el fallo sobre la plausible nueva competición a título comunitaria.

Duro varapalo a UEFA y FIFA

El pronunciamiento del TJUE llega a instancias del Juzgado de lo Mercantil número 17 de Madrid, que elevó el caso a Luxemburgo para que estudiara el veto de los dos máximos organismos rectores del fútbol, en cuyos estatutos les conceden el monopolio para autorizar y organizar competiciones internacionales de fútbol profesional. El objeto de análisis era determinar si ello incurría en una violación de la normativa comunitaria. En concreto, se requería al tribunal que examinara los estatutos de sendos organismos y delimitara si se podrían utilizar para liquidar cualquier iniciativa privada y ajena a ellos.

"Las normas de FIFA y de UEFA sobre la autorización previa de las competiciones de fútbol de clubes, como la Superliga, violan el Derecho de la Unión"

European Super League Company interpuso la demanda después de que UEFA y FIFA advirtieran de que los jugadores y los clubes que participaran en esta nueva competición serían expulsados de sus torneos. Sin embargo, a pesar de los intentos de estos dos organismos federativos, el TJUE estima que sus normativas vulneran el Derecho de la UE. Las sanciones con las que amenazaban a equipos y futbolistas “son ilegales”. Los jueces estiman que la organización de competiciones de fútbol de clubes y la explotación de los derechos de difusión “son actividades económicas”, por lo que deben seguir las normas en consonancia del ordenamiento jurídico comunitario en términos de “competencia y libertades de circulación”.

“Cuando una empresa en posición dominante tiene la facultad de determinar en qué condiciones pueden entrar en el mercado empresas potencialmente competidoras, esta facultad, habida cuenta del riesgo de conflicto de intereses que genera, debe ir acompañada de criterios que permitan garantizar su carácter transparente, objetivo, no discriminatorio y proporcionado. Pues bien, las facultades de la FIFA y de la UEFA no están sujetas a ningún criterio de esta naturaleza. En consecuencia, la FIFA y la UEFA están abusando de su posición dominante”, estiman los magistrados de la corte de Luxemburgo.

Es decir, que la normativa de autorización, control y sancionadora de UEFA y FIFA, debido a su “carácter arbitrario”, comportan una limitación no justificada a la libre prestación de servicios. Un varapalo a sendos organismos, que también reciben un tirón de orejas en términos de explotación de los derechos de difusión, la madre del cordero del tiempo presente en el mundo del fútbol. Los magistrados consideran que esta reglamentación “puede perjudicar a los clubes europeos del fútbol, al conjunto de las empresas que operan en los mercados de los medios de difusión y, finalmente, a los consumidores y a los telespectadores al impedirles beneficiarse de nuevas competiciones potencialmente innovadoras o interesantes”.

No obstante, dejan en manos del juzgado de Madrid “comprobar si estas normas pueden beneficiar a los diferentes grupos de interés del fútbol”, por ejemplo a través de una “redistribución solidaria de los ingresos generados por esos derechos”.

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