Todo el mundo sabe que el que espera, desespera. Sin embargo, hay situaciones en las que el paso de los minutos se hace todavía más lento. Es el caso de las urgencias médicas, en las que al simple hecho de tener que aguardar se suma el estado de preocupación que solemos tener cuando acudimos a un hospital.  

Para hacer el procedimiento más eficaz y ágil, cuatro centros integrados en la red pública madrileña, han incorporado un nuevo sistema a través del cual el paciente participa activamente en el proceso médico.

Se trata del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, el Rey Juan Carlos de Móstoles, el Infanta Elena de Valdemoro y el Hospital General de Villalba. En estos centros el tiempo “muerto” en la sala de espera de Urgencias se convierte en tiempo útil.

De este modo se persigue mejorar la experiencia del paciente en el hospital y dar un paso más en la humanización de la asistencia sanitaria.

Mejor atención y más rápida

Cuando el paciente llega al centro, en triaje, la primera atención sanitaria que se presta, se clasifica el motivo de su consulta. Si se establece un valor de 4 ó 5, esto significa que la necesidad de atención inmediata es menor, por lo que su tiempo de espera será más largo que el de otras personas cuya situación es más grave.

Pero, si el usuario es mayor de edad y está dado de alta en el Portal del Paciente, una aplicación de desarrollo propio de estos hospitales en la que ya están registradas más de 260.000 personas, podrá invertir su tiempo de espera en avanzar y participar en el proceso.

Recibirá un SMS con este texto: “Bienvenido al Servicio de Urgencias. Le ofrecemos participar en su atención, aportando información sobre el motivo de su consulta que pueda ser útil al médico que le va a atender. ¡Nos ayudará a ofrecerle una mejor atención!”.

Se le preguntará entonces por el motivo de su consulta en Urgencias, el tiempo de evolución del cuadro actual, si ha ido al centro anteriormente por el mismo proceso y cuándo, si hay molestias o dolor o si éstas han cambiado de intensidad.

Este cuestionario lo recibe el médico que le va a atender, lo que le permite conocer lo que le ocurre al paciente en tiempo real, antes, incluso, de atenderle personalmente.

De esta manera se facilita que la atención sea mejor y más rápida.  

Por otro lado, el paciente puede, además, cumplimentar otros apartados del cuestionario que sirven para completar su historia clínica, y que ayudan a la hora de tomar decisiones terapéuticas.  Aquí se incluyen el peso, la altura, las posibles alergias, enfermedades anteriores, hábitos de vida (si consume tabaco o alcohol), si está diagnosticado o medicado para la hipertensión, la diabetes o el hipercolesterolemia (colesterol alto) o si toma algún otro tratamiento de forma habitual.

Cargadores de móviles

Por otra parte, y como forma de dar respuesta a las necesidades de comunicación de los usuarios, se ha facilitado en estos cuatro centros que se puedan cargar los teléfonos móviles.  En todas las salas de espera de los servicios de Urgencias, Cirugía Mayor Ambulatoria y Quirófano de estos hospitales hay cargadores a disposición de los pacientes y sus familiares.

De esta manera el enfermo puede avisar en casa o en el trabajo, trasladar a sus seres más cercanos cómo está siendo el proceso, solucionar gestionares o, simplemente, entretenerse para mitigar su preocupación.

Sumando servicios

Ambas iniciativas puestas en marcha en los citados hospitales madrileños se suman a otras herramientas desarrolladas con el fin de mejorar el paso del paciente por el centro,  como el sistema de acogida, guiado y localización en tiempo real o el  servicio de interpretación on line en lengua de signos SVisual, dirigido a personas con discapacidad o problemas visuales, disponibles también en el Portal del Paciente.