Los nuevos avances acerca de la desaparación de la niña británica Madeleine McCann siguen aportando nuevos giros, después de que las pesquisas se hayan centrado en Christian Brueckner, un alemán que se encuentra ahora en prisión. Los nuevos indicios apuntan a que el secuestro de Madeleine McCann habría sido un encargo en el caso de haber sido realizado por este hombre. El día antes de la desaparación, mientras cenaba con su entonces novia, Brueckner le dijo: "Tengo un trabajo que hacer en Praia da Luz mañana. Es un trabajo horrible, pero es algo que tengo que hacer y que cambiará mi vida. No me verás por un tiempo”.

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Fue en la noche del 2 de mayo de 2007, 24 horas antes de la desaparición sin rastro de Madeleine McCann, según ha declarado la que fuese una de las dos parejas del sospechoso en aquellos momentos. Un día después, la niña desapareció de su apartamento del Oasis Club mientras sus padres cenaban con unos amigos en el restaurante de la urbanización. 

La policía ha tomado declaración a las dos novias de Brueckner por aquel entonces y les ha prometido protección ante el miedo de ambas a que el que ahora es el principal sospechoso salga de prisión y las asesine. De hecho, Brueckner está en prisión desde 2014 tras abusar sexualemente de una septuagenaria norteamericana durante un robo y ya ha pedido permiso para salir de la cárcel. Además del delito por el que cumple condena, acumula 17 antecedentes por delitos sexuales contra menores y mujeres, además de varios delitos menores durante su etapa en Portugal.

Para los investigadores toma ahora fuerza la teoría de que el de Madeleine McCann fuese un secuestro por encargo, porque Brueckner recibió una llamada telefónica una hora antes de la desaparición de la niña. Un contacto que duró media hora y que sitúa, por posicionamiento, al teléfono del sospechoso en los apartamentos donde estaban los McCann. El problema es que el autor de la llamada es un tal Diogo Silva y es un nombre muy común en Portugal, por lo que los investigadores han reclamado ayuda a los ciudadanos.

Otras sospechas son que el teléfono de Brueckner estaba en la agenda de un empleado del restaurante donde cenaban los padres de Madeleine y le habría dado información vital como cuál era la mesa que siempre ocupaban o su sistema de hacer turnos con el resto de amigos para ir a vigilar a los hijos del grupo cada cierto tiempo y que los niños se quedaban solos mientras tanto.

Más indicios son que, al día siguiente del rapto de Madeleine, la furgoneta donde vivía el sospechoso fue cambiada de titularidad, según informa La Razón, y se puso a nombre de un ciudadano que vivía en Alemania. Y, sobre todo, que el famoso hombre que fue visto cerca de los apartamentos huyendo con un menor en brazos ha sido identificado como Brueckner. El amigo de los McCann que le vio en su día nunca pudo reconocerle, hasta que le mostraron la foto de este sospechoso y confirmó su identidad. De Brueckner no se supo nada más tras el secuestro de Madeleine hasta que reapareción en Lagos, a 10 kilómetros del lugar del rapto, tres años después trabajando como camarero.

En ese establecimiento, Brueckner estuvo con su nueva novia, quien le mostró fotos de varios sospechosos de secuestrar a Madeleine y le preguntó de broma: "¿Lo hiciste Christian, verdad?". Él solo se encogió de hombros y le dijo, contundente: "Simplemente, no vayas allí".