El Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) ha recomendado este miércoles que se controle diariamente la temperatura a los trabajadores de las residencias que no han sido vacunados y que sean sometidos, como mínimo, a dos test a la semana. Los centros también podrán valorar su cambio de puesto de trabajo.

El órgano de salud considera que en la situación actual, con una transmisión alta entre la población, existe el riesgo de que aparezcan nuevos casos si no se toman las medidas adecuadas, a pesar de que -tiene en consideración- el número de casos y fallecimientos de los mayores residentes ha descendido desde el mes de marzo, cuando se terminaron de vacunar.

Identificar por qué no quieren vacunarse

El documento aprobado por la Ponencia de Alerta y refrendado por el Consejo Interterritorial de Salud, propone insistir en la necesidad de vacunar al personal que trabaja en los centros de mayores e identificar las causas por las que deciden no acceder a la inhmunización, para poner en marcha estrategias y que se vacunen más empleados. Además, ista a que tanto trabajadores como visitantes, vacunados y no vacunados, mantengan las medidas de higiene y prevención (uso de mascarilla, higiene de manos, distancia de seguridad, limpieza y desinfección).

Los trabajadores que hayan recibido una pauta de vacunación completa y sean considerados como contacto estrecho estarán exentos de guardar la cuarentena, tal y como se recoge en la Estrategia de vacunación.

Realizar test a los residentes que salgan del centro

Sobre los residentes vacunados o que hayan pasado la enfermedad en los últimos meses, el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud establece que en situaciones de alta transmisión comunitaria la comunidad autónoma valorare realizar test a la salida y/o a la reentrada en el centro tras ausencias prolongadas.

En cuanto a las visitas de familiares, el órgano de salud valora hacer recomendaciones por parte de la autoridad competente sobre el régimen de visitas y salidas en los centros residenciales y otras circunstancias como la ubicación, su supervisión o no, el número de visitantes, o la organización y duración de las salidas. Independientemente de si el visitante está o no vacunado, estos mantendrán las medidas no farmacológicas de prevención de la transmisión. Mientras que, en situaciones de transmisión comunitaria baja y si los visitantes están vacunados, se podría valorar flexibilizar estas medidas.