España tiene un problema con los medicamentos relacionados con la salud mental. Según la OCDE, en nuestro país se ha triplicado el consumo de antidepresivos por habitante y se han duplicado el de ansiolíticos, hipnóticos y sedantes desde principios de este siglo XXI. Sin embargo, son muchos los estudios que apuntan a que esto no solo no ayuda sino que es perjudicial. Se recetan de forma indiscriminada y se cronifican, por lo que el Ministerio de Sanidad que lidera Mónica García quiere atajar esta situación. El gobierno plantea una guia de prescripción para racionalizarlos.

Relacionado Rosa Villacastín retrata a Ayuso tras sus desprecios a Salvador Illa: "Le falta..."

Sanidad, contra los psicofármacos indiscriminados

En España se ha triplicado el consumo de antidepresivos por habitante, mientras se han duplicado el de ansiolíticos, hipnóticos y sedantes, según datos de la OCDE. Estos medicamentos se prescriben con mucha rapidez y se cronifican, especialmente ante la falta de psicólogos para los que están pasando por un mal momento en su vida. Esto lo sabe el Ministerio de Sanidad que lidera Mónica García, quien quiere acabar con este problema.

La dirigente ha anunciado la creación de una guía de prescripción de psicofármacos para racionalizar su utilización, en "proporciones alarmantes", sobre todo en los más jóvenes. "El abuso de estas prescripciones nos ha llevado a un punto en el que prescribimos suficientes antidepresivos y ansiolíticos para tratar al 20% de la población mayor de 40 años durante un año", ha resaltado la ministra en su primera comparecencia en la Comisión Mixta para el estudio de los problemas de las adicciones, en el Congreso de los Diputados, en febrero.

El diagnóstico de Sanidad es compartido por muchos expertos, que aseguran que se está medicalizando el sufrimiento y se trata de solucionar con medicamentos los problemas derivados de las dificultades sociales. "Los malestares externos no se curan con una pastilla", ha llegado a decir la ministra Mónica García en la presentación del Comisionado para la Salud Mental.

García alerta de "proporciones alarmantes"

Se trata de una iniciativa que ha sido bien vista por muchos profesionales aunque puede llegar a ser "insuficiente" para ciertas sociedades científicas. Otros muchos han apuntado a que se está estigmatizando el uso de fármacos para tratar problemas de salud mental. El secretario de Estado de Sanidad, Javier Padilla, ha salido al paso de esas críticas este domingo.

"Desde hace meses hay una dinámica continuada por parte de ese sector consistente en relativizar el rol de los determinantes sociales de salud en el sufrimiento psíquico y caricaturizar las posturas que analizan y abordan el sufrimiento psíquico desde un marco de determinantes sociales de salud", ha sostenido Padilla. Desde el Ministerio apuntan a que parte de esta coyuntura es de influencia externa, especialmente por el trabajo.

"No podemos seguir priorizando jornadas extenuantes a costa del sufrimiento psíquico de los trabajadores y trabajadoras. España no puede seguir liderando el consumo de ansiolíticos y antidepresivos", ha sostenido García, cuyo departamento también pretende "monitorizar el bienestar de los trabajadores en las empresas" a través del Sistema de Vigilancia Epidemiológica. Para ello, el plan para por notificar las sospechas de sufrimiento psíquico que tenga un origen en la escena laboral.

Relacionado Los profesores de Madrid van a la huelga contra Ayuso pese al recorte de 100 euros por manifestarse

Muchos antidepresivos y ansiolíticos

El liderazgo está comprobado por la OCDE. En 2022, cuando se tienen las últimas estadísticas disponibles, se consumían en España 60 dosis de ansiolíticos diarias por 1.000 habitantes, tan solo por detrás de Portugal (85). En cuando a los antidepresivos, España ocupa el quinto puesto de la clasificación con una consumición media de 98 dosis por 1.000 habitantes, por detrás de Islandia (157), Portugal (150), Canadá (134) y Suecia (114).

Las benzodiacepinas, los tranquilizantes más usados en nuestro país, la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes coloca a España en la segunda posición con respecto a su consumo ilícito, únicamente por detrás de Bosnia-Herzegovina. Además, recoge que su consumo está en aumento. De hecho, según la última encuesta sobre alcohol y otras drogas (Edades, 2023), cerca de un 10% ha consumido alguno de estos fármacos en los 30 días previos al sondeo. Hace casi 20 años, en el 2005, no llegaban al 4%.

Según algunos expertos, como recoge el catedrático en farmacología Joan-Ramon Laporte en su libro Crónica de una sociedad intoxicada, estas variaciones con respecto a otros países no tiene que ver con la cantidad de población que experimentan problemas de salud mental, como ansiedad o insomnio, sino por los diferentes hábitos de prescripción por parte del sistema sanitario. Además, el consumo de estas sustancias no es inofensivo.

"Enturbian la atención a los estímulos ambientales y afectan a las habilidades motoras. Por eso, no es de extrañar que sus consumidores tengan más accidentes domésticos de caídas, fracturas óseas y accidentes de tráfico", apunta Laporte. De hecho, su utilización continua pueden acarrear graves problemas de salud, al contrario de lo que podría parecer, e incluso ser mortal. Cabe señalar que los mayores consumidores suelen ser personas de edad avanzada y especialmente mujeres.

 

Síguenos en Whatsapp y recibe las noticias destacadas y las historias más interesantes