Rara vez Joaquín Sabina habla y no dice nada. Este martes el músico, poeta y pintor ha sido la estrella invitada al Instituto Cervantes de Madrid para depositar su valioso legado en la Caja de las Letras, que incluye la colección completa de la revista argentina 'Sur' con los 371 números publicados entre 1931 y 1992.

Tras el acto, el onubense ha compartido una mesa redonda junto al poeta Benjamín Prado, la periodista Nativel Preciado y el director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, donde ha aprovechado para hablar de diferentes temas, entre ellos la vuelta a los escenarios. “Me siento bien, pero no pienso volver a los escenarios mientras la gente esté con mascarilla y no pueda levantarse y fumar y tomarse una copa”, ha señalado. “Y me temo que eso no será hasta dentro de un año y medio. Volveré a los escenarios para decir hola y adiós”, ha añadido Sabina.

Entre los objetos personales donados por el artista, destaca uno de sus sombreros negros; manuscritos de canciones; cuatro dibujos de cuatro gallos de pelea; un dibujo de una pareja asturiana; y una colección de fotos con sus amigos, entre los que se encuentran Mario Vargas Llosa o Luis García Montero.

Asimismo, el onubense ha confesado que siempre se ha sentido más cerca de la literatura que de la música: “No recuerdo un solo momento en que yo pensara que iba a ser cantante. Nunca. Y eso que tenía guitarra desde los catorce. Mi principal pasión era leer, y lo sigue siendo hoy. En mi casa apenas se escucha música, y menos mía”.

Además, Sabina ha tirado de su habitual estilo para reflexionar sobre su vida y su trayectoria. “He escrito un libro, he tenido dos hijas, y en Rota trasplanté un olivo. No me falta nada, estoy moderadamente en paz conmigo mismo. Teniendo en cuenta que la gente de mi generación pensábamos que no íbamos a ser nunca adultos, porque los adultos eran unos hijos de puta... He llegado a los 72 años y aún no me considero un hijo de puta, y con eso me basta”, ha subrayado.

“Nuestra mayor riqueza es el idioma”

Antes de depositar su legado en la Caja de las Letras, Sabina ha querido lanzar un mensaje en pleno debate sobre “la marca España”: “Ahora que se dicen tantas tonterías de la marca España, nuestra mayor riqueza es el idioma. Y ese idioma es el que considera que esta es su casa”.

“Me siento en mi casa y así se sienten todos los hablantes, los cantantes de esta lengua hermosa que es el español o el castellano, ese idioma considera que esta es su casa”, ha destacado el músico, que ha estado acompañado por Montero, y la presidenta del Congreso de los Diputados, Meritxell Batet.

“Para mí es una auténtica emoción. Si por algo tiene que ser reconocida España debe ser por su cultura. Tenemos el patrimonio suficiente como para ser reconocida y admirada en todo el mundo”, ha destacado Batet, quien ha definido a Sabina como "cantante, poeta, artista, trovador y coleccionista".

Por su parte, Montero ha tildado al onubense de “referente de la cultura español y de la cultura Latinoamericana”. “Con Joaquín surgió una precaución, somos amigos desde hace mucho tiempo y va a parecer que le estoy haciendo un homenaje a un hermano. Era una precaución innecesaria porque es uno de los grandes referentes e inútil porque, cuando se lo ofrecí, nuestra relación y su generosidad han servido para que él le haga un homenaje al Instituto Cervantes porque nos ha ofrecido un legado maravilloso”, ha concluido.