Desde que empezó la pandemia han sido muchos los casos en los que por desconocimiento a este nuevo virus y por desinformación, se ha llegado a cuestionar situaciones y casos que nos pueden llevar a contagiarnos de la covid-19. Los suplementos vitamínicos y minerales no curan este virus aunque, son fundamentales para el buen funcionamiento del sistema inmunológico y desempeñan un papel vital para la salud y el bienestar nutricional.

Hacer ejercicio físico con mascarilla tampoco es recomendable, ya que puede reducir nuestra capacidad respiratoria y con el sudor la mascarilla se humedece lo que propaga la aparición de microorganismos. Nadar o estar en el agua este verano, tampoco será la causa de preocupación, ya que se ha demostrado que el virus no se puede transmitir a través del agua, solo en caso de contacto con una persona infectada.

La ingesta de productos desinfectantes como lejía, además de ser peligrosos, tampoco nos ayuda a estar más protegidos del virus, únicamente utilizando estos productos para la desinfección de zonas comunes, es como nos pueden proteger. La información falsa se difunde a gran velocidad, lo que hace aún más difícil para el público identificar los hechos verificados y los consejos de fuentes fiables, como las autoridades sanitaria o la OMS.

¿Pueden los zapatos propagar el virus de la COVID-19?

Según la OMS, la probabilidad de que el virus de la COVID-19 se propague con los zapatos e infecte a personas es muy baja. Apuntan que "como medida de precaución, especialmente en hogares donde haya bebés y niños pequeños que gateen o jueguen en el suelo, considere dejar los zapatos a la entrada de su casa. Esto ayudará a prevenir el contacto con la suciedad o cualquier desecho que pueda ser transportado en las suelas de los zapatos".