Este miércoles informábamos desde ElPlural.com de cómo la derecha mediática cargaba contra la hija de Andoni Ortuzar al descubrirsu fotos veraniegas y sus más de 25.000 seguidores en Instagram, a los que ha sumado otros 9.000 en estas 24 horas.

Garazi Ortuzar, ajena a las disputas políticas de su padre, ha respondido indignada ante los ataques machistas y personales que ha recibido: "Gracias a todos esos titulares machistas, sin sentido y que vulneran la deontología periodística por completo, se han desencadenado muchas mentiras, comentarios sobre mi y también desprecios hacia mi familia".

Tristemente y debido a los insultos personales, ha necesitado aclarar que "Las fotos que yo publico no determinan el tipo de persona que soy, ni mucho menos mi inteligencia". A continuación dejaba claro que "puedo subir lo que me de la gana, que para eso es mi red social (...) de opinar a hacer daño sin ningún tipo de filtro y humillar de forma gratuita hay un gran paso". "El cargo es suyo, no mío, y mi vida es otra muy distinta", sentenciaba Garazi.

Igualmente, en otra story su hermana denunciaba el acoso personal con el que han crecido por la labor pública de su padre: "Bienvenidos a la realidad de tener que pensarnos mil veces qué camino escoger para no hacer mucho ruido. La realidad de vivir cohibidas, por si acaso (...) escondiendo lo que queremos decir, hacer, publicar y gritar". Un alegato en favor de su libertad de expresión que remataba asegurando que habían aguantado "miradas descaradas, comentarios y prejuicios desde bien enanas".