Cinco meses después de que el Papa Francisco nombrara arzobispo de Madrid a Carlos Osoro, su antecesor en la diócesis, el ultraconservador Rouco Varela, por fin ha empezado a sacar sus enseres y muebles del palacio arzobispal de Madrid.

El ático de Rouco
El cardenal se muda a un ático de 400 metros en la calle Bailén justo frente a la Catedral de la Almudena y desde el que es muy posible que vea no solo su antiguo ‘centro de trabajo’ y a su sucesor cuando vaya a la catedral, sino también el Palacio Episcopal en la cercana calle de San Justo.

Vistas imponentes de Madrid
Y es que este lujoso ático de 400 metros, propiedad de la archidiócesis, cuenta con una amplia terraza con unas imponentes vistas de Madrid. Hasta ahora este piso era la vivienda de cuatro sacerdotes del movimiento Comunión y Liberación. Según un plano general del bloque, cada planta cuenta con dos viviendas de  seis habitaciones , dos de ellas en la zona de servicio, y cuatro cuartos de baño.  La habitación principal tiene baño incorporado y vestidor.

La sobriedad de Osoro
El nuevo ático de Rouco contrasta con la sobriedad de Osoro, que hasta la fecha reside en un hogar de ancianos en la localidad de Aravaca. Desde luego, Osoro parece haberse tomado en serio la tarea de poner en marcha el estilo del Papa Francisco en Madrid. Así, en los últimos meses ha visitado poblados chabolistas, cárceles y hasta ha estado con el Foro de Curas, un sector perseguido, como muchos otros curas progresistas, por la Iglesia de Rouco.

Marcando distancias
Paulatinamente, Osoro también se ha ido distanciando de movimientos muy conservadores que como el Opus Dei, los Legionarios de Cristo, Comunión y liberación o los Kikos, campaban a sus anchas hasta hace muy poco por Madrid. Al menos de cara a la opinión pública, al arzobispo parecen preocuparle muy poco las élites políticas y económicas del Opus, el poderío económico de los Legionarios, los contactos empresariales de Comunión y Liberación, o el ejercito de fanáticos de los Kikos.