La Conferencia Episcopal Española (CEE) ha encargado dos máquinas para fabricar hostias por valor de 15.000 euros. Este dinero saldrá de la recaudación del IRPF de la Iglesia, un privilegio otorgado por el Estado que no vendrá nada mal a los fabricadores de estas máquinas.

Pero este encargo, pese a lo curioso de la cifra y el concepto del gasto, no es más que un ápice de la totalidad de “proyectos pastorales” firmados por la CEE por un valor de 1.419.000 euros. Según recoge el diario Público, estas partidas fueron aprobadas en la reunión del Consejo Ejecutivo de la CEE celebrado el pasado 7 de noviembre.

“Estos proyectos han sido financiados con la colaboración económica de la CEE, diócesis, congregaciones religiosas, otras instituciones eclesiales (Caritas, OCSHA…), donantes particulares, etc”, expone el informe.

Además de la máquina para hacer hostias, estos “proyectos pastorales” incluyen iniciativas de lo más diversas, aunque la recuperación de templos es el objetivo primordial del gasto. Concretamente, los fondos de la CEE servirán para terminar el santuario de Gitega (Burundi), construir la capilla de la Universidad Politécnica de esa misma ciudad, reformar el campanario de la iglesia de San Nicolás en Shköder (Albania) o la refacción de la casa parroquial de Añatuya (Argentina)…

Además de estos importes, también habrán partidas para la “formación y acompañamiento espiritual”, “catequesis” y “formación bíblica y misionera”. Un importante gasto que la CEE reconoce en su informe.

“El Fondo se nutre de una importante aportación de la Conferencia Episcopal Española y de contribuciones voluntarias de las diócesis españolas y de los Institutos de Vida Consagrada y otras instituciones eclesiales”, argumenta la Conferencia Episcopal. “También llegan colaboraciones de personas particulares que desean contribuir con su pequeño granito de arena a la difusión del Evangelio en los países más pobres”, añade.