La crisis migratoria de Ceuta ha dejado imágenes que evidencian la agonía y la desesperación de las personas migrantes que intentan llegar a nuestro país en busca de una vida mejor. Uno de estos rosotros es el de Naima.
Seguramente su nombre no sea aún conocido, pero si lo es su hijo, un bebé que fue rescatado por un Guardia Civil en medio del caos y cuya imagen ha dado la vuelta al mundo.
El programa de La Sexta Al Rojo Vivo ha emitido declaraciones inéditas de la mujer después de hablar con el periodista especializado en el norte de África, Alfonso Rodríguez.
En ellas Naima cuenta que le llamaron por teléfono diciéndole que habían abierto las fronteras. Después cogió a sus tres hijos, todos ellos menores, e intento llegar a España.
Esta madre marroquí pertenece al grupo de inmigrantes que tienen miedo de regresar a Marruecos, razón por la cual permanecen en paradero desconocido (no se atreven a decir dónde están). Rodríguez cuenta que se ha encontrado con personas escondidas "en trasteros, en garajes y en el monte".
Naima trabajaba como porteadora y cobraba unos 20 euros al día. Desde que se cerraron las fronteras asume una situación extrema, de ahí que viera en la apertura de fronteras la única salida a sus problemas: "Cogí a mis tres hijos, el mayor nadando, el mediano saltó la verja y yo me tiré con el flotador con mi hijo".
Cuando se dio cuenta de que su bebé se ahogaba empezó a hacer señales al Guardia Civil, Juan Francisco Valle: "Quiero conocerle, empecé a ver la luz". A renglón seguido, Naima pide al Gobierno de España mediación para que lo que ha sucedido estos días "no caiga en el olvido".
Su historia es una de las que las muchas que se esconden detrás de las miles de personas que intentaron llegar a Ceuta desde el norte de África la semana pasada y de las que intentan cruzar el mar en busca de una vida mejor a lo largo del año. A ella se suma la de Abdou, el chico subsahariano que salió de Senegal con su hermano en busca de una vida mejor. Su abrazo con Luna, voluntaria de Cruz Roja, ya es historia.
