Los hay de todas las formas y colores. Los Pop It están de moda, y como ya ocurrió con los spinners no es difícil ver a los niños con este juguete en la mano. 

A simple vista pareciera una cubitera de silicona de pequeños hielos redondos, pero en realidad es el juego de burbujas más popular entre los pequeños. 

Los niños se entretienen apretando esos pequeños 'botones' o bien creando juegos de memoria o adivinanza escondiendo una canica o pequeño trozo de papel en uno de esos huecos. 

Definido como juego sensorial y antiestrés, es apto para todas las edades y está indicado para ejercitar la memoria, la atención, la percepción y la creatividad. Por ello, está indicado, además, para niños con patologías como el autismo, el trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad(TDAH), el síndrome de Down o la discapacidad intelectual y para aquellos con problemas de concentración o de desarrollo de habilidades motoras.  

En algunas webs se propone, incluso, para adultos, con el fin, por ejemplo, de relajarse en el trabajo o al llegar a casa tras un día intenso. El efecto que produce es similar al placer de explotar el papel de burbujas empleado habitualmente para proteger los artículos frágiles. 

Su precio oscila en función del lugar en el que lo adquiramos. Habialmente está entre los 3,50 y los 5 euros, aunque podemos encontrar algunos más económicos y también otros de mayor sofisticación.

Su económico coste es una de las ventajas, sumada a otras como que es lavable (una ventaja en tiempos de Covid), ligero y de dimensiones reducidas, por lo que puede llevarse a cualquier parte. 

Las ventas se disparan

Según Toys, la empresa responsable de comercializar este juguete en nuestro país, en los últimos meses las ventas se han incrementado hasta en un 500%. A ello ha contribuido, sin duda, la red Tik Tok, cuyos vídeos con este producto no han tardado en hacerse virales.