La Policía Nacional de Sevilla ha informado este miércoles de una operación saldada con la liberación de 21 víctimas de explotación laboral y la detención de 15 presuntos autores de delitos de trata de seres humanos.

Los presuntos responsables de los hechos, según la Policía Nacional, "no permitían a las víctimas beber ni comer durante la jornada laboral en zonas agrícolas, pese a las altas temperaturas y al trabajo físico que debían realizar, llegando una de las víctimas que estaba embarazada, menor de edad, a sufrir un aborto debido a su explotación".

En la rueda de prensa, donde se dará más detalles este miércoles, participará el jefe de la Brigada Central Contra la Trata de Seres Humanos, el jefe de la Comisaría Provincial de Sevilla, el jefe de la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras en Sevilla y responsables operativos de la investigación.

Organización criminal que captaba víctimas

Los integrantes de la organización criminal captaban en sus países de origen a las víctimas, de nacionalidad moldava y rumana, a través de anuncios y de redes sociales donde ofertaban trabajo en España. Publicitaban condiciones laborales y salarios ficticios, muy alejados de la realidad, ya que luego se verían en una situación de extrema necesidad durante su explotación. Las trasladaban en autobús hasta Sevilla y dado que les pagaban el billete del viaje, las víctimas contraían una deuda que forzaba aún más su condición de vulnerabilidad.

Una vez en Sevilla, miembros de la organización les llevaban hasta las localidades de Brenes y Cantillana, donde les alojaban en viviendas ocupadas bajo condiciones infrahumanas.

Las estancias tenían en su interior cables sueltos y pelados, sin la vaina de protección, con un grave peligro de que las víctimas se electrocutaran. Los colchones estaban sucios, apilados encima de cajas de recolección y había gran cantidad de moho y suciedad en las paredes y en el baño, según relata la Policía.

Las víctimas trabajaban "hasta la extenuación", realizaban diferentes tareas agrícolas durante largas jornadas laborales, siendo su principal actividad la recogida de productos hortofrutícolas. Los responsables no permitían a sus víctimas beber ni comer durante el tiempo de trabajo, pese a las altas temperaturas y al esfuerzo físico que debían realizar. Incluso tenían que buscar comida en la basura cuando podían para poder alimentarse.

Durante la investigación se han llevado a cabo siete entradas y registros en las localidades sevillanas de Brenes y Cantillana, se han intervenido tres coches de alta gama, cinco machetes de grandes dimensiones, un bolígrafo pistola, una defensa extensible, 15 teléfonos móviles de alta gama, tres ordenadores, varios dispositivos de almacenamiento, nueve relojes de alta gama, joyas, más de 37.000 euros en efectivo y diversa documentación relacionada con la investigación.

La operación culminó con la liberación de 21 víctimas de explotación laboral y la detención de 15 personas en Cantillana y Brenes, por presuntos delitos de pertenencia a organización criminal, trata de seres humanos con fines de explotación laboral, contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, usurpación de identidad y falsedad documental. Tras ser puestos a disposición judicial se ordenó el ingreso en prisión de los tres principales miembros de la organización.

El trabajo policial se ha coordinado con la Unidad de Trata de Personas y Extranjería de la Fiscalía de Sevilla y ha recibido la colaboración de la Agregaduría de Interior de España en Rumanía y del Ayuntamiento de Brenes.