El 19 de octubre de 1997, a las dos de la tarde, la muerte tocó a la puerta de su casa madrileña de Virgen de Icíar en Somosaguas, una muerte que como llegó a decirse, Pilar Miróllevaba muchos años aplazando”. Un infarto acabó con la vida de esta gran mujer con solo cincuenta y siete años tras haber superado dos intervenciones a corazón abierto, algo que marcó su vida y le forjó un carácter luchador, rebelde y valiente, trufado con grandes dosis de optimismo y una energía enorme de luchar para seguir viviendo para disfrutar de sus dos grandes pasiones, su hijo Gonzalo y el cine. Hoy se cumplen 25 años desde que la gran creadora nos dejó. Parafraseando la película que dedicó a su cirujano, Gary Cooper, que estás en los cielos, hoy bien podríamos decir Pilar Miró, que estás en los cielos.

Dos operaciones a corazón abierto e insuficiencia cardíaca desde joven

Sus amigos destacan de ella su enorme inteligencia, un humor muy peculiar tapado con un semblante y carácter serio y, a pesar de su dolencia y su delicada salud, contaba con una tremenda capacidad de trabajo y vocación perfeccionista tanto en los rodajes como en las responsabilidades institucionales que ocupó. En el fondo, Pilar Miró, contaba con una frágil fortaleza. Su salud siempre estuvo minada, a pesar de no mostrarlo. En 1975, con apenas 35 años, tuvo que pasar por el quirófano para someterse a una operación a corazón abierto debido a una insuficiencia cardiaca sufrida desde joven. Una década después, en febrero de 1985, se volvió a someter a una segunda intervención quirúrgica para sustituirle las válvulas colocadas en la primera operación. A partir de ahí, su salud se volvió más frágil y vulnerable pero ella lo disimulaba continuando con su enérgica creatividad e intenso trabajo artístico.

De la Dirección de Cinematografía a la de RTVE y los ataques cainitas

Esas características humanas y profesionales la llevaron a ocupar la Dirección General de Cinematografía con la llegada de los socialistas en 1982 al Gobierno. Miró fue durante muchos años militante del PSOE al ingresar en 1976. Abandonó el partido en 1989. Amiga de Felipe González, se involucró en la campaña electoral asesorando al que sería presidente en cuestiones de imagen. En 1986 volvió al cargo político como Directora de Radiotelevisión Española hasta 1989. Envidias, enemigos internos y externos, le ocasionaron acosos mediáticos y linchamientos públicos que culminaron con una injusta acusación y procesamiento por la Audiencia de Madrid por supuesto delito de malversación de fondos públicos por adquirir vestuario para su uso institucional a cargo del presupuesto del ente radiotelevisivo. La justicia, finalmente, la absolvió. Aunque se demostró su inocencia, Pilar Miró salió muy tocada de ese cerco de enemigos que la llevaron ante los tribunales.

Petición de seis años de cárcel por “hacer cine”

Unos tribunales que ya conocía cuando en 1979 rodó la película El crimen de Cuenca, basada en hechos reales acontecidos a principios del siglo XX en Tresjuncos y Osa de la Vega (Cuenca). La película se encontró con la obstrucción del ministro de Cultura, Ricardo de la Cierva (UCD). El film estuvo secuestrado durante casi dos años. Los tribunales de justicia consideraron que "podía ser delictiva contra el Cuerpo judicial y la Guardia civil". A Pilar Miró le pidieron seis años de cárcel y tuvo que enfrentarse a un proceso civil y otro militar. Finalmente, salió absuelta y la película se convirtió en la más taquillera cuando pudo ser estrenada en 1981.

La delicada, pero enorme fuerza de Pilar Miró

También brilló en la realización televisiva de grandes eventos como fue la boda de la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin, un trabajo ejecutado titánicamente poco antes de morir. Esa retransmisión coordinada por Pilar Miró, supuso un hito en la televisión española con casi cerca de 10 millones de espectadores. Y es que nada parecía prever que a Miró le quedaban pocos días de vida. Hasta la noche antes de su fallecimiento siguió disfrutando de la cultura asistiendo en el Teatro Real de Madrid al estreno de Divinas Palabras. Casi nadie sabía que en esas fechas había acudido en distintas ocasiones al hospital por una recaída sufrida.

De familia de militares

Pilar Miró Romero nació en Madrid el 20 de abril de 1940. Su familia, conservadora, era de origen castrense. Estudió Derecho y, más tarde, Periodismo. En 1968 finalizó la especialidad de Guion en la Escuela Oficial de Cinematografía. Al poco tiempo de graduarse, en 1960 empieza su relación con el medio televisivo siendo colaboradora como auxiliar de redacción en TVE. En el medio público, arrasó con su profesionalidad escalando puestos hasta llegar a ser, pocos años después, realizadora.

En el cine consigue su primer reconocimiento internacional en 1968 en el festival de Montecarlo con la película Una fecha señalada. Con una larga lista de trabajos televisivos y cinematográficos, destacan el Oso de Oro del Festival de Berlín por Beltenebros (1992) y el Goya a la mejor dirección por El perro del hortelano (1997).