Uno de los temas más presentes en la agenda política de los últimos años es la España vaciada y la despoblación, aunque no se han visto grandes avances. Trabajo y servicios dignos son dos de los elementos que más repercusión tienen a la hora de luchar por una repoblación del medio rural, cada vez más abandonado por las instituciones. La España vaciada también tiene una importante posición en el plan 2050 presentado por el Gobierno de coalición. Este fenómeno no solamente afecta a las zonas rurales del país, sino también a algunas capitales de provincia.

La pandemia del coronavirus ha cambiado un tanto las tornas de este fenómeno. Han sido muchas las personas que han empezado a valorar la vida en las zonas rurales y la naturaleza, dejando atrás las grandes ciudades. El teletrabajo ha sido una de las herramientas que ha permitido que numerosas personas hayan buscado pueblos en los que trabajar, volver a sus tierras natales y regresar a una vida que tenían olvidada. Aunque en esto tiene un papel fundamental la accesibilidad a internet, la fibra óptica, el ADSL o la simple cobertura móvil.

El éxodo rural comenzó en los años sesenta y no se ha detenido desde entonces, aunque fue entre 2001 y 2008 con la llegada de la inmigración extranjera lo que hizo que se ralentizara. La crisis económica de 2010 reactivó la tendencia al alza de la despoblación de las zonas rurales. El porcentaje de gente viviendo en municipios rurales pasó del 27% en 1981 al 20% en 2020.

En la despoblación también afecta el envejecimiento de la población y la falta de personas jóvenes. La edad media general en España es de 43,6 años, mientras que en los municipios de menos de 5.000 habitantes está cerca de los 50 años. En España hay 1.109 municipios en los que no vive ningún niño de entre 0 y 4 años, y 393 en los que la mayoría de sus habitantes tienen más de 65 años. La despoblación también viene a raíz de la falta de recursos y servicios dignos, donde hay que recorrer kilómetros para ir al médico o al supermercado.

El lastre de la brecha digital

La brecha digital es lo que está condenando a diferentes municipios a la despoblación. En España hay tres millones de personas que no tienen acceso a fibra óptica y otros 700.000 que ni siquiera lo tienen al ADSL.

Para combatir este problema el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital ha lanzado una consulta al sector digital para recibir propuestas de cara a asegurar la conexión 5G en la España vaciada. Castilla y León, Cataluña y Galicia son las comunidades donde se concentran más poblaciones sin acceso a fibra, mientras que las que mejores infraestructuras tienen al respecto son las Islas Baleares, La Rioja y Madrid.

Los pueblos llaman a personas para teletrabajar

Una treintena de pequeñas localidades de siete comunidades autónomas han formado parte de la Red Nacional de Pueblos Acogedores para el Teletrabajo, un proyecto que ha impulsado el Grupo Red Eléctrica y El Hueco. Se trata de municipios repartidos por Castilla y León, Castilla-La Mancha, La Rioja, Aragón, Andalucía, Navarra y País Vasco que están llamando a los trabajadores garantizando las condiciones necesarias y favorecedoras para que las personas que quieran desarrollar una vida profesional a distancia en los pueblos lo puedan hacer.

Aunque de este modo no se crea empleo de forma directa, sí se potencia la vida en los pueblos y lo que ello conlleva, aumentando la población y haciendo uso de sus servicios.

Los valores de La España Vaciada

La lucha por devolver población y trabajo a los pueblos conllevó la creación de la organización de La España Vaciada, cuyo objetivo es coordinar las diferentes plataformas y organizaciones vinculadas a estos territorios, reivindicar y proponer un reequilibrio territorial de la población para lograr la sostenibilidad social, ambiental, patrimonial, cultural y económica de los territorios, frenando la despoblación y facilitando la acogida de nuevos pobladores.