Francisco López, el padre de Víctor, el joven que murió tras ser embestido por un kamikaze en la M-50, se ha suicidado el pasado martes, ahorcándose en una pista de baloncesto en el municipio madrileño de Rivas-Vaciamadrid. El trágico desenlace ha tenido lugar apenas 15 días después de conocerse la condena de ocho años de cárcel para Kevin Cui por un delito de homicidio doloso, otro de conducción temeraria y un tercero por conducir bajo los efectos del alcohol.

Kevin Cui embistió el coche de Víctor López, de 20 años, mientras circulaba ebrio, en sentido contrario y a gran velocidad por el kilómetro 25 de la M-50, a la altura de Coslada, a las 6.39 del domingo del 15 de septiembre de 2018. La víctima se dirigía en su tercer día de trabajo en un hipermercado de San Fernando de Henares. Según ha adelantado Telemadrid, el padre de la víctima sufría una depresión que se agravó con la condena, que consideraba "baja". Un jurado popular consideró probado que el kamikaze era "plenamente consciente" del riesgo para la vida que conllevaba su conducta. 

Una familia marcada por la tragedia

Los magistrados de la Sección 26 condenaron al joven de origen chino Kevin Cui, de 35 años, como autor de un delito de conducción con manifiesto desprecio por la vida de los demás y de un delito de conducción bajo la influencia de bebidas alcohólicas en concurso con un delito de homicidio, con la atenuante de reparación del daño. El condenado sufrió lesiones en un brazo y logró salir por la ventanilla de su coche tras el impacto.

La tragedia acompaña a la familia de Víctor, que perdió un año antes de su muerte la pérdida de su hermano mayor, Roberto, y también el fallecimiento, en 2019, de José María, el abuelo, quien sufrió un infarto al quedar atrapado en un contenedor de basura cuando comprobaba si había vertido los residuos correctamente.