Un “equívoco” que espera que “quede cerrado”. Así define el torero Juan José Padilla el gesto que tuvo el pasado viernes, cuando celebró su faena en la plaza de toros de Villacarrillo (Jaén) luciendo una bandera franquista en la espalda y que le generó infinidad de crítica -aunque también apoyos-.

"Con la emoción de triunfar en esa tarde yo me puse la bandera sin saber si era la constitucional o no”, señala Padilla, quien asegura en un comunicado que “soy torero y español pero nunca he querido voluntariamente ofender a nadie". Al parecer, el diestro se echó a hombros una bandera sin prestar atención al águila de San Juan: "No vi ni miré a mi espalda, esa es la gran verdad y pido que se me crea".

Eso sí, Padilla señala que aunque no vio el escudo, sí se siente "muy español, pero jamás quiero ofender a nadie, quiero dejarlo bien claro". "Orgulloso de ser torero y ser español pero nostálgico de nada y provocador, menos", añade en el comunicado, que concluye con la esperanza de que “quede cerrado el equívoco”.