El obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, ha escrito una carta a sus seguidores explicando que el aborto es un “crimen abominable” y ha comparado este derecho con la nueva reforma de la ley de Bienestar Animal. “Dieciocho meses de prisión por matar a una rata y se puede matar al niño en el seno materno con todas las facilidades; crecen los derechos de los animales y sus crías, mientras el nascituro es despojado de todo derecho”, escribe.

Lo ha hecho señalando que “no vamos bien” y que ahora que se acerca el tiempo de Cuaresma, debemos “ofrecernos una nueva oportunidad de cambio; un cambio del corazón”. El obispo de Córdoba considera que se han “desatado todos los demonios, vemos que la mentira, la violencia, el atropello de los derechos humanos y el mal en todas sus formas afloran por doquier”.

“Pero, cómo pueden los humanos llegar a tal desprecio de la vida que haga cada vez más fácil el aborto y no ofrezcan más medios para las personas que están en peligro de matar al hijo de sus entrañas. Se suprime el tiempo de reflexión, se rebaja la edad para cometer este ‘crimen abominable’ como dice el Vaticano II”, continúa.

No se ha quedado solo ahí. Fernández ha mostrado su apoyo a la “valiente” iniciativa ‘40 días por la vida’ desde el miércoles de ceniza hasta el jueves santo para “hacernos caer en la cuenta de la tremenda desgracia del aborto, al que no debemos acostumbrarnos”. Esta “iniciativa” es impulsada por una organización antiabortista que respalda las manifestaciones congregadas frente a las clínicas abortivas para “ofrecer a las mujeres otra alternativa, respetando siempre su libertad”.

Hay que despertar la conciencia personal y social ante la dormidera de una sociedad que parece entumecida y narcotizada"

Aunque se habla de libertad y respeto, lo cierto es que las palabras del sacerdote parecen dictar más los antiguos escritos que mirar por las necesidades del mundo actual. El Congreso de los Diputados dio luz verde a la ley del aborto la semana pasada cuando la ministra de Igualdad, Irene Montero defendía este derecho desde la tribuna para que las mujeres tengan la opción de un aborto “seguro y en la pública para no morir”, así como “los métodos anticonceptivos para no abortar” y “educación sexual integral para decidir, ser libres y ser felices”.

De esta forma, Fernández continúa. “En nuestra ciudad de Córdoba ya han sido rescatadas varias vidas que estaban destinadas a su destrucción y se han convertido varias mujeres que iban camino del exterminio”, comentaba. El concepto de libertad de las mujeres para el que fue obispo de Tarazona parece no comprender el verdadero significado de respeto y libertad. Por ello, el obispo ha alertado a la sociedad para “despertar la conciencia personal y social ante la dormidera de una sociedad que parece entumecida y narcotizada”. Las palabras de Fernández ya habían despertado las alertas de la opinión pública por sus posicionamiento reaccionario y conservador hace cinco años cuando señalaba los ataques contra "la libertad religiosa" o las “promesas incumplidas” de varios partidos políticos.

Las “perlas” del obispo de Córdoba

También lo hacía al sacar a relucir otras perlas al calificar la fecundación in vitro como un “aquelarre químico” en una de sus discolas cartas semanales a sus fieles porque “la unión complementaria de los esposos los convierte en administradores de la vida” y “nunca como fruto de un aquelarre químico de laboratorio. Para aumentar la crispación del público apuntaba que “todo hijo tiene derecho a nacer de ese brazo amoroso que no puede sustituirse nunca por la pipeta de laboratorio”.

Del mismo modo, lo hacía al definir en una carta navideña que “cuánto más varón sea el varón, mejor para todos en la casa”. Para el obispo, el varón es signo de fortaleza, representa la autoridad que ayuda a crecer, y al igual, ha retratado que “cuánto más mujer y más femenina sea la mujer, mejor para todos en la casa”.

También pasó a ser noticia en los titulares tras su negativa a confirmar a un joven transexual de 28 años que pretendía ejercer como padrino de su sobrina. El joven había realizado el curso y estaba a punto de tramitar su documentación cuando el párroco le negó el sacramento basándose en el cumplimiento de las directrices del Obispado de Córdoba. También volvió a protagonizar el foco mediático cuando aseguraba que la UNESCO había concebido un plan para “hacer que la mitad de la población mundial sea homosexual”.

Demetrio Fernández ya lleva siendo obispo de Córdoba desde el 20 de marzo de 2010. Seis años más tarde, la Fiscalía provincial demandaba al sacerdote por sus “declaraciones homófobas y vergonzantes”. “Son declaraciones que muestran ningún respeto a las Instituciones y a las leyes que emanan de los parlamentos democráticos que tratan de conseguir una sociedad igualitaria y equitativa”, explica Antonio Hurtado, diputado del PSOE en la provincia cordobesa en una campaña.