La Prueba de Acceso a la Universidad (PAU) o Selectividad, como es más conocida, nos dice adiós este curso de acuerdo con lo estipulado en la Lomce y después de 41 años haciendo pasar nervios a los cientos de miles de estudiantes que han tenido que superarla para acceder a los estudios universitarios.

Este martes en el que la Selectividad llega para los alumnos de Madrid, Extremadura, Comunidad Valenciana, Baleares y Aragón, nos hemos acercado a la Universidad Complutense de la capital para conocer cómo han empezado sus exámenes algunos de los 31.000 alumnos que se presentan en la comunidad madrileña.

No han salido muy contentos de su primera prueba, en este caso, Lengua y literatura, en la que dos chicas nos han comentado que han puesto los últimos puntos del temario y no las generaciones de escritores, como la del 68, que suelen preferir.

En el primer descanso de la mañana, otros alumnos han explicado al Periscope de ELPLURAL.COM que esperaban tener más suerte con el siguiente examen de filosofía, aunque aquí las opiniones estaban más divididas entre qué autor esperaban encontrarse en el examen.


Cambio, a medias

En el próximo curso 2016-17 tendrá lugar la sustituta de la Selectividad, la primera evaluación final de Bachillerato, que deberán hacer los estudiantes que hayan cursado segundo de bachiller y su nota se tendrá en cuenta para acceder a la Universidad.

Según el proyecto de Educación, esa evaluación tendrá un formato similar a la Selectividad y contará en un 60 % la nota de los dos cursos de bachillerato y en un 40 % el resultado de la prueba.

No obstante, esa evaluación no tendrá efectos académicos el próximo curso, es decir, no será necesario superarla para obtener el título de Bachiller, que sí contará en el curso 2017-2018.

Los nombres de la prueba

Si a la Lomce que comenzará a aplicarse el curso próximo se la conoce como "ley Wert" por el apellido del exministro José Ignacio Wert que la elaboró, la legislación que en 1974 aprobó la primera prueba que ahora tiene los días contados se la denominó "ley Esteruelas".

El entonces ministro de Educación, Cruz Martínez Esteruelas, puso fin a la reválida existente para todo aquél que quisiera estudiar una carrera, y se intentó dar respuesta a la creciente demanda de estudios universitarios por parte de los jóvenes.

Si se echa aún más la vista atrás, el antecedente de estas pruebas se remonta al Examen General de Bachilleres surgido en 1857 del Plan General de Estudios del político Claudio Moyano.

Le siguió en 1926 la reválida del "plan Callejo", por el ministro de Instrucción Pública o Educación Eduardo Callejo, y durante la República la reválida del "plan Villalobos", debido al ministro de Instrucción Pública Filiberto Villalobos.

Es en 1954 cuando las pruebas de acceso universitario se implantan definitivamente en el sistema educativo y hasta 1970 los alumnos realizaron dos reválidas: la de cuarto o Bachillerato elemental y la de sexto o Bachillerato superior.

En 1974, con la "ley Esteruelas", se regula el examen de Selectividad y en junio de 1975, en el ocaso de la dictadura, se celebra el primer examen.