Todas las miradas y alertas sanitarias están puestas sobre el Nolotil, o lo que es lo mismo, en su principio activo que es el metamizol y que actúa contra el dolor fuerte tras una operación, por un cólico o en procesos de cáncer.

Desde que a principios de mes la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) actualizara la ficha técnica de este medicamento y sus genéricos para recordar que su toma puede derivar en agranulocitosis o neutropenia, no han cesado de salir casos de posibles afectados por la toma de Nolotil hasta tal punto que, hemos conocido que existen asociaciones de víctimas del fármaco.

Justamente, una de esas asociaciones ha presentado una demanda colectiva contra fabricantes y distribuidores por los posibles daños causado a 200 pacientes. En la demanda se piden indemnizaciones que alcanzan los 500 millones de euros.

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"Comenzó a hincharse y a decir que le picaban mucho las palmas de las manos y de los pies. Se puso morada y se le cortó la voz". Este es sólo uno de los relatos de uno de los afectados. José María Santamaría ha explicado en Espejo Público cómo su mujer, Encarnación, sufrió efectos adversos tras tomar Nolotil sólo unos minutos después de que su médico se lo mandase tomar por un dolor muy fuerte de huesos.

Según ha explicado, incluso estuvo a punto de morir. "El médico me dijo que si llegamos 10 minutos más tarde me quedo sin mujer". Después, ya en el hospital, le hicieron pruebas de alergia para descubrir que había sufrido una reacción severa al Nolotil.

¿Qué reacciones puede provocar?

El efecto secundario del que alertó la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios se denomina agranulocitosis. Supone una reacción grave que baja las defensas del paciente hasta tal nivel que supone un inicio de infección generalizada o sepsis. De no tratarse a tiempo, puede acabar en la muerte de la persona.

Pese a las alertas actuales, en el prospecto del medicamento se asegura que la agranulocitosis es un efecto secundario “muy raro” que se daría en uno de cada 10.000 pacientes.

Eso sí, en la actualidad se está estudiando si los británicos y escandinavos pueden ser más sensibles a sufrir estos efectos debido a una posible “particularidad genética”.

Por ello, se ha recomendado que no se recete Nolotil a la población flotante, es decir, a los turistas. Y es que, es importante recordar que el Nolotil o metamizol debe ser recetado por un médico y que el paciente que lo tome debe seguir un seguimiento médico con análisis de sangre y otras pruebas. A los turistas no se les puede llevar a cabo este control.